“El pensamiento convencional decía que la circulación sanguínea de la madre y la del bebé están separadas y que el intercambio de materiales se limita a los nutrientes que la madre proporciona al bebé”, recuerda Dennis Lo (Hong Kong, 60 años). El investigador explica que sus hallazgos mostraron que el intercambio es mucho más íntimo. “Existe un intercambio de información genética entre el bebé y la madre”, señala.