Cuando el francés Ernest Duchesne halló la penicilina en 1897 y la redescubrió Alexander Fleming en 1928, la salud de la humanidad dio un paso de gigante. Por primera vez, las posibilidades de morir por una infección descendían drásticamente. Sin embargo, el uso y abuso de antibióticos en los últimos 100 años ha enseñado a los patógenos microbianos a desarrollar defensas frente a la mejor arma farmacológica. Cada año, según The Lancet, casi cinco millones de personas mueren por microorganismos resistentes a los antibióticos actuales y es imprescindible encontrar nuevas moléculas efectivas. En esta lucha ineludible, los laboratorios del español César de la Fuente en la Universidad de Pensilvania y del portugués Luis Pedro Coelho en la Universidad de Tecnología de Queensland han descubierto, según publican en Cell, la mayor cantera del mundo (863.498 péptidos) de antimicrobianos a partir de los cuales se pueden desarrollar nuevos tratamientos.