Juan Manuel Corchado presumía hace tres años de ser el cuarto mejor científico de España y uno de los 250 mejores del planeta en el campo de la informática, pero logró este fulgurante ascenso en los rankings haciendo trampas a escala industrial. El catedrático, que acaba de ser nombrado rector de la Universidad de Salamanca, se convirtió en uno de los más citados del mundo porque, entre otras prácticas fraudulentas, organizó lo que se denomina un cártel de citas: un grupo de científicos conchabados para citarse unos a otros. EL PAÍS ha tenido acceso a mensajes internos del grupo de Corchado que desnudan sus malas prácticas.