Hace poco que se han cumplido cuatro años del triste episodio de anoxia en el Mar Menor. En él, casi tres toneladas de peces murieron en la playa de Villa Nanitos buscando oxígeno que les faltaba en el mar.
Ocurrió el 12 de octubre de 2019 en la playa de Villa Nanitos, en San Pedro del Pinatar. Toneladas de peces y crustáceos muertos se acumulaban en la orilla. Una tragedia sin precedentes en la historia del Mar Menor y que ocasionó la entrada masiva de agua dulce.
La crisis ecológica de 2019 tuvo un gran impacto en poblaciones de especies marinas del norte de la laguna. El pejerrey, el pez aguja y el pez gobio fueron los más afectados. Son especies bentónicas que viven en el fondo marino y tienen escasa capacidad de movimiento. Hasta ahora, no han presentado signos de recuperación en las zonas más impactadas por la anoxia.
A nivel nacional, la prensa comenzó a prestar atención a este grave problema ecológico que, por alguna causa, había pasado desapercibido hasta el momento.
Esto solo fue un preludio de lo acaecido en el verano de 2021. Ese verano los peces comenzaron a aparecer muertos en todas las orillas del Mar Menor. La segunda anoxia ha marcado un antes y un después en el impacto mediático y conocimiento del problema por parte de toda la sociedad española.
En la Facultad de Comunicación y Documentación de la Universidad de Murcia se realizó un proyecto de innovación educativa para apoyar la campaña por la ILP del Mar Menor. Esta iniciativa ahora es ley y aspira a dotar de personalidad jurídica al mar y a su cuenca. La ciudadanía firmó para ello, y en la facultad se «preparó» la firma del propio mar.
Durante noviembre de 2019 y abril de 2020 el Mar Menor recibió hasta 1.600 toneladas de nitratos. Todos procedentes solo una de las ramblas que desembocan en sus aguas, producto de los fertilizantes que usan en la actividad agrícola.
Reportaje patrocinado por el Ministerio de Transición Ecológica y Medio Ambiente.