Un ensayo clínico realizado con lesionados medulares de varios países ha logrado devolverles la capacidad de coger una canica o jugar con un cubo de Rubik. Los pacientes llevaban más de 12 meses con alguna de sus vértebras cervicales dañadas y con pocas esperanzas de recuperar o mejorar el movimiento de sus manos o la destreza en sus dedos. En esta primera fase, los neurocientíficos buscaban validar la seguridad y eficacia del dispositivo. Aunque la investigación tiene algunas limitaciones que deberán afinar, esperan comercializarlo este año en Estados Unidos y en Europa el que viene.