Desde hace unos años, hablar de curaciones milagrosas en cáncer no solo es posible, sino cada vez más frecuente. La revolucionaria terapia conocida como CAR-T ha permitido a miles de personas con tumores sanguíneos vivir años, incluso más de una década, sin rastro de cáncer. El reto ahora es que ayuden a la gente con tumores sólidos, mucho más complejos y letales. Entre todos ellos sobresale el glioblastoma cerebral, un cáncer incurable contra el que apenas ha habido avances en 20 años.