La inmunoterapia ha revolucionado la lucha contra el cáncer, ganando batallas impensables y rescatando de un nefasto destino a personas casi desahuciadas. En algo más de una década, estos fármacos, que estimulan al propio sistema inmune para que aniquile las células malignas, han cambiado el pronóstico de muchos tumores, pero su impacto todavía es desigual: no llegan a todas partes. Hay pacientes que muestran respuestas muy duraderas; otros a los que les funciona un tiempo, pero luego vuelven a recaer; y algunos cuyas células tumorales logran escabullirse siempre del ataque de estos medicamentos. Los científicos creen, sin embargo, que la inmunoterapia todavía no ha explotado todo su potencial y han empezado a probar diferentes combinaciones con otros tratamientos para elevar su efecto.