Dentro del universo, las singularidades del espacio-tiempo se presentan como anomalías cósmicas. Ejemplos de ellas son los agujeros negros o el Big Bang, puntos en los que los modelos actuales de física se desmoronan y la realidad se convierte en un enigmático rompecabezas. Su existencia es esperable, según las predicciones matemáticas de los teoremas que Roger Penrose enunció en los años 1960 y que fueron reconocidos con el Premio Nobel en 2020. Sin embargo, poco se sabe sobre su dinámica, es decir, sobre la forma en la que se comporta el espacio-tiempo cerca de las singularidades.