Sorting by

×

La NASA envía una nueva misión tripulada a la Estación Espacial Internacional en una nave de SpaceX

En la EEI la tripulación de la Crew-6 estará unos 6 meses para realizar más de 200 experimentos en microgravedad y tareas de mantenimiento, enviada por la NASA.

Lanzamiento de la Space X con desde Cabo Cañaveral.
Lanzamiento de la Space X con desde Cabo Cañaveral.

Los cuatro tripulantes de la misión Crew-6 de la NASA partieron a primeras horas de este jueves desde Cabo Cañaveral (EEUU) rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI), a bordo de una nave Dragon de SpaceX.

A la hora prevista, las 0.34 horas locales (5.34 GMT), un cohete Falcon 9 con la Dragon Endeavour en la cúspide, despegó desde la plataforma 39A del Centro Espacial Kennedy para unos ocho minutos después separarse y la nave continuar el viaje por su cuenta a unas 17.500 millas por hora (más de 28.000 km/h).

Despega la misión no tripulada de la NASA Artemis, tras cuatro intentos fallidos

El objetivo de la misión Artemis es establecer presencia humana en la Luna como un paso previo para llegar a Marte. El nuevo cohete lunar de la NASA despegó en su primer vuelo con tres maniquíes de prueba a bordo, a primera hora de este  miércoles.

Es un programa de prueba para que Estados Unidos vuelva a poner astronautas en la superficie lunar por primera vez desde el final del programa Apolo hace 50 años, y cuyo objetivo final es establecer presencia humana en la Luna como un paso previo para llegar a Marte.

La última misión de la NASA en la que sus astronautas pisaron la Luna se remonta a Apolo 17, que se llevó a cabo entre el 7 y el 19 de diciembre de 1972.

Artemis I lleva también al espacio 10 pequeños satélites CubSat que de manera autónoma realizarán diversas investigaciones científicas.

La NASA tuvo que retrasar cuatro veces la partida de la misión, dos por causas meteorológicas, pero también en otras dos ocasiones por motivos técnicos.

Las neuronas «bailan» al ritmo de la música

Estudios científicos independientes analizan cómo el cerebro humano transforma las notas en emociones.

Estudios científicos independientes analizan cómo el cerebro humano transforma las notas de la música en emociones, un misterio que intriga a psicólogos y musicólogos desde hace décadas.

Siempre hay música. Los ritos en casi todas las religiones se subrayan acústicamente con canciones y, con ellos, las etapas vitales de millones de personas, desde su presentación en sociedad hasta su muerte. Equipos deportivos y enteros países condensan su identidad en una canción, que convierten en su himno oficial. La música lo marca todo, de lo más colectivo a lo más íntimo. Los enamoramientos, con “nuestra canción”. Las separaciones, con un tema de despecho o de melancolía. Las fiestas, eternamente ligadas al cante y el baile. Los cumpleaños. Las Navidades. Hay discos que quedan asociados a unas coordenadas emocionales y tienen el poder de llevarnos a un momento, un lugar o una persona. La música es uno de los elementos que más y mejor saben emocionar al ser humano. Lo que no se sabe muy bien es por qué.

Psicólogos y neurólogos llevan décadas intentando entender cómo percibe la música el cerebro, qué células y circuitos entran en juego. Si es un rasgo exclusivamente humano u otros animales, como los pájaros o algunos perros, son igualmente musicales. Si existen algunos ritmos universales o por qué la música en directo nos emociona más que la grabada.

Este mismo mes, tres estudios independientes han intentado arrojar algo más de luz sobre el tema. Sascha Frühholz, profesor de la Unidad de Neurociencia de la universidad de Zurich, es el autor principal de uno de ellos. Lleva años estudiando cómo se transmite la emoción a través del sonido, un tema que ha sido muy explorado, admite, pero en el que encuentra ciertas lagunas. “Apenas hay estudios que analicen la música en directo, y creo que es algo que todos sabemos a nivel personal, que en un concierto, sientes la música de forma más intensa”, explica en conversación telefónica.

“Los artistas suelen buscar esa conexión con el público”, explica en un intercambio de audios la psicóloga Rosana Corbacho, que lleva varios años especializada en tratar a músicos y otros profesionales del sector. “Hay que saber surfear esas olas emocionales para poder estar presente y abiertos a la conexión con el público. El estar sintiendo las mismas emociones o estar provocando ciertas emociones en un concierto es descrito como una de las experiencias más intensas en la vida de un artista”, reflexiona. Este sentimiento de pertenencia, de formar parte de algo, sirve como amplificador emocional, magnificando los efectos de la música en un público que reacciona al unísono ante un mismo estímulo. Es algo que se aprecia en los conciertos o discotecas actuales, pero que funcionaba igual en los ritos prehistóricos con música y baile frente al fuego. “Hay estudios donde se ve como al público que está bailando en un club una sesión de un DJ el ritmo del corazón se les sincroniza de alguna forma”, señala Corbacho. “Es como si nuestras neuronas bailaran al mismo ritmo”.

El siguiente estudio no tuvo lugar en un laboratorio suizo, sino en la selva boliviana. Allí llegó, después de días navegando por el Amazonas, un grupo de científicos para preguntar por ritmos, sonidos y musicalidad a la tribu de los Tsimane. Nori Jacoby, psicólogo del MIT, lideraba el experimento, que ha sido publicado en Nature. “Habría sido más cómodo hacerlo desde el sofá”, reconoce con sorna, “pero no fue así. Hicimos pruebas in situ con más de 900 personas de 15 países”. Muchas procedían de sociedades cuya música tradicional contiene patrones rítmicos distintivos que no se encuentran en la música occidental. Y se hizo un esfuerzo extra para buscar perfiles con poco acceso a internet para evitar que sus gustos musicales fueran demasiado homogéneos, explica Jacoby, que en la actualidad trabaja en Instituto Max Planck de Estética Empírica de Fráncfort.

Cartagena será sede de un Congreso Científico Mundial sobre Arqueología Submarina

Cartagena acogerá un Congreso Científico Mundial sobre Arqueología Submarina.

El Congreso ‘Submarine Word Archeology’ se va a celebrar en la UPCT el próximo mes de septiembre

<iframe src="https://www.google.com/maps/embed?pb=!1m18!1m12!1m3!1d3759.298335878441!2d-0.9818853640103096!3d37.59791086727824!2m3!1f0!2f0!3f0!3m2!1i1024!2i768!4f13.1!3m3!1m2!1s0xd63418733dcb82f%3A0x4863e53480c527a9!2sMuseo%20Nacional%20de%20Arqueolog%C3%ADa%20Subacu%C3%A1tica%20%22ARQVA%22!5e0!3m2!1ses!2ses!4v1709197608889!5m2!1ses!2ses" width="300" height="250" style="border:0;" allowfullscreen="" loading="lazy" referrerpolicy="no-referrer-when-downgrade"></iframe>