La leche cruda de vacas con gripe aviar contiene virus capaces de transmitir la enfermedad

Un equipo de científicos ha descubierto por primera vez virus infectivos de gripe aviar altamente patógena en la leche cruda de vacas afectadas por la enfermedad, según han anunciado este viernes los investigadores, de la Universidad de Wisconsin-Madison, en Estados Unidos. Este subtipo del virus ha provocado la muerte de cientos de millones de aves en todo el mundo desde 2021 y hace dos meses se detectó por primera vez en vacas, con síntomas leves, en granjas estadounidenses. El nuevo trabajo ha demostrado que la ingestión de esta leche con partículas víricas causa la enfermedad en ratones.

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Si de dos partículas entrelazadas una cae en un agujero negro, ¿qué le pasa a la otra?

Contestar a la pregunta que se muestra en el titular es bastante difícil, ya que el problema que tenemos es que no disponemos actualmente de una teoría aceptada que concilie la mecánica cuántica con la teoría de la gravitación. Por un lado, sabemos cómo se comportan los objetos clásicos cuando están sometidos a grandes masas, como es el caso del agujero negro. Por ejemplo, nuestra galaxia, la Vía Láctea, órbita alrededor de algo que presuponemos que es un agujero negro; y aunque no lo vemos, sí sabemos qué les pasa a los objetos cercanos a él.

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Aissam, el niño que escapó de un mundo en silencio gracias a la terapia génica: “¡Estoy oyendo el teléfono!”

Una burbuja de silencio absoluto ha cobijado al niño Aissam Dam durante toda su vida. Once años en la penumbra de un mutismo tajante. Ni una palabra, ni un grito, ni una voz habían atravesado nunca los muros de esa rara sordera congénita que ha marcado su vida desde que nació. En su Marruecos natal, nunca aprendió a escribir ni a leer, apenas fue al colegio y se comunicaba con su familia por gestos, en un lenguaje de signos no reglado, solo para darse a entender. Así vivió hasta que unas cuantas carambolas de la vida, una novedosa terapia génica y varios miles de kilómetros de por medio lo llevaron, de la mano del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, hasta un centro sanitario infantil de Filadelfia, en Estados Unidos, donde la ciencia le alumbró, por primera vez, el mundo de los sonidos. Su madre, Naima Tbir, recuerda emocionada aquel día, hace apenas siete meses: “El primer día después de la cirugía, el padre nos hizo una videollamada con él y el niño me dijo [con signos]: ‘¡Estoy oyendo los sonidos del teléfono!”.

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Juan Carlos Cortés, director de la Agencia Espacial Española: “El espacio está saturado y hay que regularlo”

El ingeniero aeronáutico Juan Carlos Cortés (Madrid, 58 años) es el primer director titular de la nueva Agencia Espacial Española. Este organismo pretende dar “una sola voz” a todas las competencias espaciales civiles y militares del Gobierno, hasta ahora repartidas en más de diez ministerios. España era uno de los pocos países europeos que aún no había creado un organismo de este tipo, a pesar de que las empresas y muchos expertos lo reclaman desde hace años.

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Despega la misión no tripulada de la NASA Artemis, tras cuatro intentos fallidos

El nuevo cohete lunar de la NASA despegó en su primer vuelo con tres maniquíes de prueba a bordo, a primera hora de este  miércoles.

Es un programa de prueba para que Estados Unidos vuelva a poner astronautas en la superficie lunar por primera vez desde el final del programa Apolo hace 50 años, y cuyo objetivo final es establecer presencia humana en la Luna como un paso previo para llegar a Marte.

La última misión de la NASA en la que sus astronautas pisaron la Luna se remonta a Apolo 17, que se llevó a cabo entre el 7 y el 19 de diciembre de 1972.

La NASA quiere poner a prueba en este viaje 50 años después las capacidades del sistema de lanzamiento espacial (SLS) y de la nave Orión, que orbitará la Luna, antes de un viaje tripulado.

Artemis I lleva también al espacio 10 pequeños satélites CubSat que de manera autónoma realizarán diversas investigaciones científicas.

La NASA tuvo que retrasar cuatro veces la partida de la misión, dos por causas meteorológicas, pero también en otras dos ocasiones por motivos técnicos.

Las zonas arrasadas por el volcán de Cumbre Vieja superan ya a las de la gran erupción de 1949

Tanto en cantidad de la lava expulsada como en superficie arrasada, la erupción de Cumbre Vieja de 2021 está siendo más destructiva que la que sufrió la Palma en 1949 pese a llevar sólo la mitad de días emanando material.

Cuarenta y dos días duró la erupción volcánica más importante que había sufrido La Palma en último siglo hasta que el pasado 19 de septiembre volvió a haber actividad volcánica en la isla. En 1971, hubo otra erupción, la del volcán Teneguía, que duró 23 días pero no afectó ni a poblaciones ni a cultivos.

Lo que ocurrió durante el verano de 1949 puede ofrecer algunas pistas sobre cómo podría ser la evolución de la actual erupción en el parque de Cumbre Vieja, que en los 21 días que lleva en marcha ha superado ya la superficie arrasada durante el episodio ocurrido hace 72 años, conocido como la erupción del volcán del Nambroque (por la zona en la que se originó) o de San Juan, pues empezó a rugir a las 11 de la mañana del 24 de junio, día de San Juan. Detuvo su actividad de forma repentina pero la retomó cuatro días después y ya no paró definitivamente hasta el 4 agosto.

Hasta ahora, el volcán de Cumbre Vieja sólo ha dejado de emitir material durante unas horas. Ocurrió el pasado 27 de septiembre pero esa misma tarde, reanudó su actividad de forma más intensa. Estos parones imprevistos e impredecibles son habituales, según los vulcanólogos, y no significan que el final de la actividad volcánica esté cerca.

El pasado jueves vimos como en su camino hacia el mar, la lava llegaba a la fajana o delta lávico que se creó en 1949, entre la playa de Los Guirres y El Charcón. Un terreno que ha sido utilizado durante estas décadas para cosechar plátanos pues los suelos volcánicos son muy fértiles.

Ambas erupciones, la de 1949 y la de 2021, han sido clasificadas como de grado 2 según el Índice de Explosividad Volcánica, que utiliza una escala del 0 al 8 (siendo 8 la de mayor explosividad), y también las dos se catalogan como de tipo estromboliano con episodios freatomagmáticos (al entrar en contacto con alguna fuente de agua). La actual también está teniendo episodios hawainanos (con una lava más fluida).

MAYOR EMISIÓN DE LAVA

El 1 de octubre, el volcán de Cumbre Vieja (que se originó en la zona conocida como Cabeza de Vaca) había superado ya la cantidad de lava emitida durante las dos erupciones que hubo en La Palma el siglo pasado, aunque los instrumentos que se utilizan ahora son más precisos. Según las estimaciones de los científicos, han salido ya más de 80 millones de metros cúbicos de material magmático, frente a los 55 millones del episodio de 1949 y los 43 millones de metros cúbidos medidos en 1971.

EL FOCO DE LA INFORMACIÓN SOBRE UN MAPA

El volcán de Cumbre Vieja ha superado también la superficie arrasada por la lava en la mitad de días en erupción que el de San Juan. Mientras que en la erupción de San Juan se expandió por una superficie de 450 hectáreas y en la de Teneguía por 213 hectáreas, el pasado viernes la superficie afectada por la actual erupción ascendía a 471,8 hectáreas y este domingo ha llegado a las 500 hectáreas tras arrasar el Polígono Industrial Camino de La Gata.

Según detalló el viernes en rueda de prensa el director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, unas 120 hectáreas corresponden a explotaciones agrícolas (59,3 hectáreas de platanera, 33,4 de viña y 7,36 de aguacate) y 26,4 kilómetros a carreteras.

Por otro lado, la fajana formada en el mar por la actual erupción supera ya las 34 hectáreas, frente a las 80 hectáreas que el volcán de San Juan ganó al mar y las 29 hectáreas de terreno que creó el Teneguía.

LOS TERREMOTOS PREVIOS

En todas estas erupciones hubo terremotos durante los días previos. «Los datos que tenemos de erupciones antiguas son sólo de los terremotos sentidos, que es una información mucho más limitada porque no se podía saber a qué profundidad se había producido el terremoto. Pero es cierto que la mayor parte de las erupciones en Canarias han tenido sismicidad precursora, no sólo en las de La Palma, también en otras islas. Es un fenómeno bastante común», explica desde La Palma Francisco Javier Almendros, profesor del Departamento de Física Teórica y del Cosmos de la Universidad de Granada.

Como narró en 1949 el ingeniero geógrafo Juan M. Bonelli Rubio en un delicioso relato histórico recogido por el Instituto Geográfico y Catastral (Contribución al estudio de la erupción del volcán del Nambroque o San Juan), la erupción del volcán de San Juan fue precedido también por varias sacudidas sísmicas, como ha vuelto a ocurrir este año pues el 11 de septiembre comenzó un enjambre sísmico en La Palma.

«Ya con anterioridad a la erupción, el día 21 de junio, se sintieron dos intensas sacudidas sísmicas, y los días 22 y 23, inmediatos a la erupción, otras frecuentes sacudidas de poca intensidad, pero que habían sembrado la inquietud como lógicamente cabía esperar», escribía en 1949 Bonelli Rubio, que se lamentaba de no disponer en La Palma, como sí tenían los norteamericanos en Hawái, de un Observatorio sismológico en las inmediaciones que hubiera sido capaz de captar otras sacudidas sísmicas premonitorias de la erupción «que hubieran podido permitir atisbar o entrever algo de lo que se fraguaba en el interior de la tierra isleña y hasta quizá predecir el lugar probable de la futura erupción».

El ingeniero se habría quedado maravillado con la gran cantidad de instrumentos que permiten hoy en día monitorizar el volcán y estudiarlo, aunque siga resultando imposible determinar cuándo dejará de emitir lava.

En su relato, enumeraba las erupciones conocidas en la isla desde la que se produjo en 1585 en Los Llanos. En 1646 tuvo lugar la erupción de Tigalate, cuyo cráter se abrió en la misma región de la erupción de 1949, un par de kilómetros más al Sur, en la llamada montaña del Cabrito. Poco después, en 1667, tuvo lugar la erupción de Fuencaliente, la más importante de las cuatro históricas que se registran mientras que 1712, se produjo la erupción del Charco. Durante más de dos siglos, La Palma permaneció en calma.

La lucha contra la crisis climática pasa necesariamente por el coche eléctrico

Un coche eléctrico con acabados futuristas cargando en su estacionamiento.

El transporte es uno de los sectores que más contribuyen al cambio climático. Esta actividad, basada mayoritariamente en el petróleo, consume una tercera parte de toda la energía final en los países comunitarios, según datos aportados por la Unión Europea. Pero mientras que otros sectores económicos clave, como la producción de energía o la industria, han reducido sus emisiones desde 1990, las del transporte han aumentado. Actualmente, éstas representan más de una cuarta parte de las emisiones totales de gases de efecto invernadero de la UE.

Unas cifras que coinciden con la realidad española. Según indica el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográficoel transporte representa un 27,7% del total de emisiones CO2 del país. Solo las del transporte por carretera suponen el 25,6% del total, de las que los turismos son responsables del 60%, seguidos de las furgonetas, con aproximadamente un 30%.

Por este motivo, la electrificación del parque automovilístico se ha convertido en un objetivo prioritario a nivel nacional y europeo. Los coches eléctricos no generan emisiones, lo que disminuye la contaminación del aire, al mismo tiempo que benefician al medio ambiente y a la salud de las personas, ya que ayudarían a evitar decenas de miles de muertes prevenibles todos los años. Además, la mayor parte de sus componentes son reciclables, incluidas las baterías, que están fabricadas con iones de litio, por lo que su impacto ambiental es muy bajo en todos los sentidos.

Neutralidad climática de la UE en 2050

La Comisión Europea ha diseñado una hoja de ruta para descarbonizar el transporte comunitario y alcanzar la neutralidad climática a mediados de siglo. El objetivo es que el coche eléctrico despegue definitivamente y sustituya al de motor de combustión, para lo que Bruselas pretende dejar de vender vehículos nuevos de gasolina y diésel en 2035.

Bruselas plantea dejar de vender en 2035 nuevos coches de gasolina y diésel para reducir las emisiones de CO2

Bruselas plantea dejar de vender en 2035 nuevos coches de gasolina y diésel para reducir las emisiones de CO2

Recientemente, la Organización Meteorológica Mundial y la ONU han emitido sendos informes que vuelven a ser demoledores y dibujan un horizonte muy oscuro para el futuro del planeta. En 2020, los gases de efecto invernadero volvieron a marcar un nuevo récord, a pesar de la relativa reducción de emisiones que provocaron los confinamientos y los parones a nivel mundial debido a la pandemia de COVID-19.

En sus conclusiones, advierten una vez más de que el resultado del calentamiento del planeta será la proliferación de fenómenos meteorológicos extremos, como episodios de calor intenso, lluvias torrenciales, derretimiento de las masas de hielo, subida del nivel del mar y acidificación de los océanos. Unos eventos que, más allá de su impacto directo en la vida de miles de millones de personas, tendrán repercusiones socioeconómicas muy graves.

«La electrificación del transporte es fundamental. Este subsector es el mayor emisor de gases de efecto invernadero en países como España, y es necesario que consigamos quitar ese elevado número de emisiones», expone a RTVE.es Sergio Bonati, técnico de Clima y Energía en WWF España, quien matiza que «también es indispensable que la electricidad que consuman estos vehículos provenga íntegramente de energías renovables, para garantizar que todo ese uso no tenga emisiones».

Las matriculaciones de coches eléctricos han aumentado un 32% este octubre

Transición energética

Por lo tanto, la descarbonización del parque automovilístico implica una transición energética que cambie la manera de producir electricidad, y apueste exclusivamente por formas renovables. La generación de electricidad, ahora basada sobre todo en combustibles fósiles, es otro de los sectores que más dióxido de carbono genera, a pesar de que las emisiones se han conseguido reducir en los últimos años en países como España. «Aquí se está apostando fuerte por el desarrollo de energías renovables, y además tenemos muchos recursos para cimentar el sector eléctrico sobre estas tecnologías, a través de sol o recursos eólicos. Lo que necesitamos es un despliegue mayor de estas energías limpias, y junto con ello medidas de apoyo, como almacenamiento a gran escala, o mejores interconexiones con otros países, que permitan que nuestro sector eléctrico renovable sea completamente fiable y todo el sector del transporte se pueda nutrir de esa electricidad», asegura Bonati.

En esta misma línea, el experto en movilidad sostenible Roberto Álvarez Fernández subraya que el vehículo eléctrico solo será rentable ecológicamente para el planeta «cuando se utilice energía verde para recargarlo», ya que «si la energía no es verde, y depende de combustible fósil, mejorará la cosa, pero no mucho». «Por ejemplo, no tiene sentido llenar de vehículos eléctricos a Polonia, porque su energía eléctrica proviene de centrales de carbón, y aunque los vehículos no tengan tubos de escape, al final los estás trasladando a la central«, opina.

Aunque este especialista expresa sus dudas sobre la posibilidad de que vaya a cambiarse íntegramente la manera de producir la electricidad, utilizando solo energías renovables. «En España, la energía solar y eólica no darían abasto, y habría que tirar de energía sucia, que es lo que está pasando con el gas. Entonces, ese coche eléctrico del futuro, con baterías de alta capacidad energética, va en contra de la sostenibilidad del sistema. Llegar, llegaremos seguro, pero también nos encontraremos en un punto de sostenibilidad crítica«, augura este profesor e investigador de Ingeniería eléctrica en la Escuela Politécnica de la Universidad Antonio de Nebrija.

«Tendremos que cambiar nosotros. Si vamos a sustituir el vehículo de combustión por el eléctrico, pero copiando las utilidades, no vamos a tener éxito, porque al final no vamos a poder alimentar al vehículo eléctrico con energía limpia», continúa desarrollando, al mismo tiempo que aboga por «buscar otro sistema, con transporte público y vehículos compartidos». «El problema es que estamos muy ligados al coche, y lo que tenemos que hacer es desvincularnos en cierta manera del uso del coche, y eso nos lleva a cambiar nuestros hábitos de vida. Pero lo vamos a tener que hacer, por activa o por pasiva», advierte.

Solo un 6,3% de coches con bajas emisiones

En España, los turismos son responsables del 15% de las emisiones totales de CO2, según un informe publicado a finales de septiembre por OBS Business School. Las ventas de vehículos total o parcialmente eléctricos supusieron un 30% del total durante 2020, aunque de ellos solo el 6,3% ayudarían a conseguir los objetivos de descarbonización, correspondiente a vehículos totalmente eléctricos (BEV) y vehículos híbridos enchufables (PHEV). En línea con la hoja de ruta europea, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) aspira a alcanzar los cinco millones de vehículos eléctricos en 2030 (entre eléctricos puros e híbridos enchufables), antes de renovar completamente el parque automovilístico en 2050.

«Llevamos mucho tiempo con actividades y estilos de vida que nos han conducido a la situación en la que estamos hoy, y hemos llegado a un punto que no se puede revertir por completo. Lo que sí que podemos hacer es limitarlo al máximo para que las consecuencias no sigan creciendo exponencialmente», manifiesta Sergio Bonati, de WWF España, quien indica que «aún tenemos una ventana de oportunidad muy pequeña para poder limitar el incremento de la temperatura a unos niveles que no supongan un riesgo tan elevado, pero para poder lograrlo hay que actuar con muchísima ambición y hacerlo en un periodo muy breve de tiempo».

«Es fundamental que descarbonicemos el transporte de forma rápida. Lo que hacen falta son señales más fuertes y más claras para el sector, para que se vaya abandonando paulatinamente todos los vehículos de combustión en esta década y en la siguiente, y así favorecer el vehículo eléctrico», determina.

La misión DART de la NASA se estrella contra un asteroide para intentar desviarlo

La nave espacial DART ha colisionado contra una roca espacial inofensiva para cambiar su órbita, una táctica que podría utilizarse algún día para evitar que un asteroide más peligroso impacte en la Tierra.
El cohete DART preparado para su lanzamiento

A casi 11 millones de kilómetros de la Tierra, una nave espacial que viajaba a más de 22 530 kilómetros por hora se ha estrellado esta madrugada española contra un pequeño y desprevenido asteroide que, durante eones, había estado flotando en el espacio sin ser molestado.

La colisión entre la nave espacial Double Asteroid Redirection Test (DART, dardo en inglés) de la NASA y una roca de 152 metros de ancho llamada Dimorphos, que tuvo lugar a las 01:14 a.m. (hora peninsular española), marca la primera vez que los humanos han cambiado intencionalmente el curso de un objeto celestial. También es la primera prueba de una audaz estrategia que podría utilizarse para desviar cualquier asteroide futuro que esté en curso de colisión con la Tierra.

Aunque los científicos confían en que un asteroide lo suficientemente grande como para causar la extinción de todo el planeta no amenazará a la Tierra durante al menos 100 años (después de los cuales es difícil predecir sus órbitas), todavía es posible que nos sorprenda una roca más pequeña, potencialmente destructora de ciudades, procedente del espacio. Y con el tiempo, ya sea en cientos, miles o millones de años, es casi seguro que la vida en la Tierra se enfrentará a una amenaza existencial de un asteroide.

(Relacionado: La NASA envía una nave que se estrellará contra un asteroide para ensayar cómo salvar la Tierra)

«No me quita el sueño que los asteroides destruyan la Tierra, pero me entusiasma la idea de vivir en un mundo en el que podamos evitarlo en el futuro», afirma Nancy Chabot, del Laboratorio de Física Aplicada (APL) de la Universidad Johns Hopkins, en Laurel (Maryland; Estados Unidos), que gestiona la misión DART. «Éste es sólo el primer paso, pero ¿no es emocionante que pasemos de la ciencia ficción a la realidad científica?».

Dentro de la Instalación de Procesamiento de Carga Útil de SpaceX en la Base de la Fuerza Espacial de Vandenberg, en California, las dos mitades del carenado protector de la carga útil de un cohete Falcon 9 se mueven para encerrar la nave espacial de la NASA Double Asteroid Redirection Test (DART) el 16 de noviembre de 2021.

Para practicar la conformación de esa realidad, la NASA envió a DART a toda velocidad hacia su desaparición. A medida que se acercaba, la nave espacial tomaba furiosamente imágenes de Dimorphos, que rápidamente pasó de ser un puntito de luz a llenar su campo de visión, hasta el momento del impacto, cuando todo se oscureció.

Dimorphos orbita alrededor de un asteroide más grande llamado Didymos, y los dos asteroides no se consideran una amenaza para la Tierra, lo cual es una de las razones por las que la NASA los puso en el punto de mira de la nave espacial DART para esta primera prueba de defensa planetaria.

Descubierto en 1996, Didymos, que significa «gemelo» en griego, tiene aproximadamente 800 metros de diámetro y está relativamente bien estudiado. Sin embargo, nadie había podido ver bien su pequeña luna hasta que el DART se estrelló contra ella. Los equipos han bautizado recientemente la roca espacial con el nombre de Dimorphos, que en griego significa «tener dos formas»: una antes del impacto y otra después.

La colisión se asemeja a los desesperados intentos de última hora para salvar a la Tierra de la aniquilación cósmica en las superproducciones de Hollywood. Pero, a diferencia de las tramas cinematográficas para hacer explotar los asteroides antes de que choquen con el planeta, el impacto del DART no fue un intento de arrasar el Dimorphos. Fue más bien un golpe de efecto, un empujón lo suficientemente fuerte como para cambiar la órbita del pedrusco sin romperlo en pedazos.

Para asegurarse de que esta estrategia funcione, será necesario realizar cuidadosas observaciones de seguimiento mediante un impresionante conjunto de instrumentos que ha sido puesto a disposición del sistema Didymos.

Tres minutos después de la colisión, un cubesat llamado LICIACube llegó para vigilar los restos. En los próximos días, la pequeña nave enviará a la Tierra imágenes del lugar del accidente, que los científicos estudiarán para conocer mejor la estructura y la composición del Dimorphos. El telescopio espacial James Webb y el telescopio espacial Hubble de la NASA también estaban orientados hacia el sistema Didymos en el momento del impacto, y Lucy, una nave espacial en camino hacia una extraña población de asteroides que orbita cerca de Júpiter, estaba lo suficientemente cerca como para observar el impacto también.

(Relacionado: La primera imagen del telescopio Webb de la NASA es nuestra visión más profunda del universo)

DART, la primera misión del mundo para probar la tecnología de defensa de la Tierra contra posibles peligros de asteroides o cometas, se lanzó el 23 de noviembre de 2021, a las 22:21, hora del Pacífico, en un cohete SpaceX Falcon 9 desde la Base de la Fuerza Espacial de Vandenberg, en California.

FOTOGRAFÍA DE SPACEX

El objetivo de estas observaciones es buscar cualquier indicio de brillo en el sistema de Didymos, lo que proporcionará información crucial sobre la cantidad de polvo y roca pulverizada que levantó el impacto. Más de tres docenas de telescopios terrestres se pondrán ahora a trabajar para realizar mediciones precisas de la nueva órbita del lunar. Y en 2026, una nave espacial llamada Hera, construida por la Agencia Espacial Europea (ESA), llegará para supervisar las consecuencias de la colisión.

«Esta misión inaugural de defensa planetaria marca un momento importante en la historia de la humanidad», dijo Bobby Braun, jefe del sector de exploración espacial de APL, durante una sesión informativa previa al impacto el 12 de septiembre. «Por primera vez en la historia, cambiaremos de forma medible la órbita de un cuerpo celeste en el universo».

Nuestro primer vistazo a Dimorphos

Lanzamiento del cohete DART por parte de la NASA

DART se lanzó encima de un cohete Falcon 9 de SpaceX el 23 de noviembre de 2021 y zarpó hacia su rocoso destino.

Didymos es lo que se llama un asteroide de tipo S, uno de los tipos más comunes de asteroides cercanos a la Tierra. Como muchos asteroides, Didymos es una reliquia del sistema solar naciente, que contiene registros conservados de cómo era nuestro vecindario hace 4500 millones de años.

Sin embargo, Dimorphos era un misterio hasta esta noche. Los científicos sospechaban que estaba hecho de materiales similares a los de Didymos, y suponían que podría ser un montón de escombros sueltos en lugar de un solo fragmento, pero su masa, forma y composición eran desconocidas. En las semanas previas al impacto, los miembros del equipo empezaron a especular sobre su aspecto: un hueso de perro o una rosquilla, por ejemplo, serían más difíciles de golpear. Pero una mancha redondeada sería un objetivo más fácil.

Mientras DART se dirigía a su cita con el destino, la cámara DRACO de la nave espacial obtuvo su primera visión del satélite: una luna abultado con forma de huevo y con rocas visibles en su superficie. Unos dos minutos antes del impacto, Dimorphos llenó la vista de la nave espacial. DRACO tomó imágenes una vez por segundo, creando una secuencia de encuentro cercano que contiene un tesoro de datos científicos y también reveló que la misión había tenido éxito. Cuando las transmisiones de DART terminaron, el equipo supo que la nave había alcanzado su objetivo.

«Estas imágenes continuarán hasta que dejen de hacerlo, por lo que será una mirada bastante definitiva a los momentos finales de la nave DART», dijo Chabot antes del impacto.

Una diana en el espacio

Durante la mayor parte de su viaje de 10 meses, la nave DART ni siquiera pudo ver su objetivo, sino que fue guiada de forma autónoma hasta su encuentro con Dimorphos por el software de navegación de a bordo. Después de que la pareja de asteroides apareciera como unos pequeños píxeles, el sistema de navegación SMART de DART se fijó en Didymos. En la aproximación final, unos 50 minutos antes del impacto, el sistema cambió al asteroide y guió a la nave hasta el lugar del choque. Asegurarse de que el DART se fijaba en el objeto correcto fue crucial.

Evan Smith, ingeniero adjunto de sistemas de misión del DART, dijo en una reunión informativa antes del impacto: «Ese es un momento de mucho sudor para nosotros». «Vamos a estar observando la telemetría como halcones, muy asustados, pero emocionados». Si DART fallara su objetivo, el equipo no tendría otra oportunidad hasta 2024.

«Este es un campo de par uno, así que esta vez vamos a por el golpe», dijo Smith. «Tenemos una oportunidad dentro de dos años, pero no queremos jugar esa ronda de golf».

Para probar el crucial sistema de guiado, la cámara DRACO de DART giró para observar a Júpiter y sus cuatro lunas más grandes en julio y agosto de este año. Observando cómo la luna helada Europa salía de detrás del mundo acuático, DART pudo practicar la fijación de un objeto pequeño que salía de detrás de otro más grande, de forma similar a lo que la nave espacial encontraría cuando Dimorphos rodeara la curva de su asteroide madre justo antes de la colisión.

Según la ingeniera de sistemas de la misión, Elena Adams, alinear el disparo fue como jugar a los dardos, salvo que se lanza el dardo desde el aeropuerto internacional John F. Kennedy de Nueva York a una diana en el aeropuerto internacional de Washington Dulles, en las afueras de Washington D.C.

«El dardo en sí mismo sólo mide 2,5 milímetros (es diminuto) y se toma el dardo en el JFK y se lanza a Dulles, y se da en el centro de la diana, salvo que no se sabe dónde está la diana», dijo Adams a los periodistas.

En búsqueda de asteroides mortales

La tecnología de desviación de asteroides sólo será útil si hay algo que desviar, por lo que la NASA y otras instituciones se centran en encontrar y rastrear todas las rocas espaciales que podrían estar en órbitas que cruzan la Tierra.

La evolución de la Tierra ha sido moldeada por impactos desde el principio. Cometas y asteroides han golpeado el planeta desde que era un embrión planetario fundido. Algunos de estos objetos aportaron el agua que ahora llena los océanos, lagos y arroyos de la Tierra. Otros provocaron extinciones masivas cataclísmicas.

Los científicos sospechan que hemos localizado la mayor parte de los asteroides potencialmente dañinos, definidos como cuerpos de más de 137 metros de diámetro que se acercan a ocho millones de kilómetros de la Tierra. Se han encontrado la mayoría de los más grandes, que tienen más de nueve kilómetros de diámetro y podrían causar un evento de extinción global. La agencia espacial estima que ha descubierto aproximadamente el 95% de los asteroides del tamaño de Didymos. Pero los cuerpos más pequeños, del tamaño de Dimorphos, son más difíciles de identificar y rastrear. Las rocas de ese tamaño podrían arrasar una gran ciudad, y la NASA calcula que hemos encontrado menos de la mitad de esos objetos.

«Lo más importante que tenemos que hacer primero es encontrar la población de asteroides peligrosos que hay», dijo Lindley Johnson, responsable de defensa planetaria de la NASA, en la sesión informativa. «Ahora tenemos la tecnología para hacerlo y para encontrar estos objetos años, décadas, incluso un siglo antes de que supongan una amenaza de impacto para la Tierra».

Encontrar el resto de estos asteroides, dice Johnson, tendrá que hacerse desde el espacio. En los próximos años, la NASA planea lanzar un telescopio llamado Near-Earth Object Surveyor, que será capaz de captar las firmas infrarrojas de las rocas espaciales que están ocultas por el resplandor del sol, ayudando a asegurar que la humanidad no sea sorprendida por un asteroide invisible en el futuro.

Después de que el polvo se haya asentado

En los días y semanas posteriores al impacto de DART, los telescopios terrestres de los siete continentes (incluyendo el Green Bank Telescope de Virginia Occidental, la Goldstone Deep Space Antenna de California y el Very Large Telescope de Chile) medirán con precisión la nueva órbita del asteroide.

Para que DART haya alcanzado su objetivo, el impacto tiene que haber acortado la órbita de Dimorphos, de 11 horas y 55 minutos, en sólo 73 segundos. Pero Chabot espera ver un cambio mucho mayor, más cercano a los 10 minutos.

«Podrían ser 20 minutos; podrían ser cinco minutos», dijo. «Eso va a estar relacionado con la cantidad de eyectas que se desprendan, con la cantidad de roca y material pulverizado que haya en esta colisión energética… Esa es una de las principales razones para hacer esta prueba a gran escala en el espacio».

Los cambios en la órbita ayudarán a los científicos a aprender más sobre el asteroide, pero lo más importante es que nos dirá si este tipo de impactador cinético es una opción viable para desviar asteroides peligrosos. Si llega el día en que tengamos que desviar un asteroide de verdad, la información de DART podría ser crucial para salvar el mundo con éxito.

«Si se hiciera esto para la defensa planetaria, se haría con cinco, 10 o 20 años de antelación», dijo Chabot. «Dale un pequeño empujón… No estás intentando crearte un problema en el que destruyes un asteroide y haces un montón de piezas diferentes».

Si la misión DART tiene éxito, tendremos al menos una herramienta en el trastero para alejar los peligros que llegan del cielo.

«Hacerlo tiene claros beneficios para asegurar la capacidad de la humanidad de desviar un posible asteroide amenazante en el futuro», dijo Braun. «También habla de lo lejos que ha llegado nuestro programa espacial en sólo los últimos 60 años y de lo importante que puede ser el programa espacial para todos nosotros aquí en la Tierra».

Si los dinosaurios hubieran tenido un programa espacial, dice el chiste, aún vagarían por la Tierra.

Parque Nacional de Doñana, en riesgo de sequía

El Parque Nacional de Doñana se encuentra en un gran riesgo ecológico. La sequía está causando estragos en el humedal lo que supone un riesgo no solo para la zona geográfica sino para la fauna y flora del mismo.

El Parque Nacional de Doñana es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y uno de los humedales más importantes del mundo. Sin embargo, la frágil situación de este ecosistema es víctima de la agricultura intensiva.

Surcos causados por el agua en el parque nacional de Doñana.

El Parque Nacional de Doñana es un espacio natural protegido ubicado entre Cádiz, Sevilla y Huelva, en Andalucía, y alberga tanto el Parque Nacional de Doñana, creado en 1969, como el Parque Natural, creado en 1989 y ampliado en el 97. Debido a su situación geográfica estratégica entre dos continentes y su proximidad al Estrecho de Gibraltar, entre el Atlántico y el Mediterráneo, Doñana es uno de los paraísos de las aves de todo nuestro continente, lugar de paso, cría e invernada para miles de especies, acuáticas y terrestres, tanto europeas como africanas.

Por ello, el Parque Nacional de Doñana es una de las áreas de conservación más importantes de Europa. Esta reserva de la biosfera de 541 kilómetros cuadrados es un puzzle compuesto de lagunas, marismas, lagos, acantilados, bosques y largas extensiones de playas prístinas que permanecen intactas frente al desarrollo humano. Sin embargo, en 1998, el parque sufrió el desastre de Aznalcóllar, una riada de lodos tóxicos afectó al río Guadiamar y a las aguas del parque en uno de los mayores desastres ecológicos de España.

(Relacionado: La España protegida: líder medioambiental europea con más de 1600 áreas naturales

La situación ecológica de Doñana

Con kilómetros de caminos a lo largo del parque, los visitantes pueden pasarse horas haciendo senderismo, andando en bici u observando pájaros, ya que hay cientos de especies que admirar. Para los entusiastas de la naturaleza más apasionados, las visitas guiadas te llevarán a zonas del parque que suelen estar cerradas al público. El Estuario del Parque Nacional de Doñana es la expansión a lo largo del río Guadalquivir en su desembocadura al Océano Atlántico. 

En marzo de 2023, Eloy Revilla, director de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), aseguró que algunos de los datos generados por la actividad científica de la Estación Biológica de Doñana, están arrojando resultados desoladores, tanto en relación con el estado de las lagunas y otros hábitats del espacio natural como con la biodiversidad que depende de ellos. «En el último estudio publicado en la revista científica Science of The Total Environmentlos datos demuestran que el deterioro del sistema de lagunas de Doñana es generalizado. Se ha constatado que el 59% de las lagunas de mayor tamaño de Doñana no se han inundado al menos desde 2013″, señalaba la nota de prensa del CSIC.

Flamencos en un humedal en el Parque de Doñana.

Medio siglo después de la adopción de la Convención sobre los Humedales y a pesar de su papel clave en la mitigación del cambio climático, más del 80 por ciento de los humedales de España han desaparecido. “En España, los datos sobre los humedales son escalofriantes: más del 80, 85 por ciento han desaparecido, y los que funcionan están en un estado lamentable. Ejemplo de ello son el Mar Menor, el Parque Nacional de Doñana o el Parque de las Tablas de Daimiel», afirma Miguel Ángel Mateo, investigador del Centro Español de Investigaciones Superiores (CSIC), en el seminario El carbono azul en el corazón de un clima saludable, organizado por IUCN Centre for Mediterranean Cooperation.

Pero, ¿a qué se debe este declive? “Entre las grandes causas se encuentra la desecación, es decir, todos los humedales que estaban conectados con los acuíferos se han ido secando debido a la extracción masiva de agua para regadío, como el caso de las Tablas de Daimiel o Doñana”, afirma  Eduardo de Miguel Beascoechea, director de Global Nature y experto en humedales.

“También la propia ocupación de los humedales por cultivos, como en el caso de los humedales esteparios. La agricultura ha ido ocupando los terrenos de humedales que se secan en verano”.

En abril de 2022, la revista científica Science ha publicado Doñana, Patrimonio de la Humanidad de España, en peligro, un estudio en los que un grupo de investigadores – formado por la Universidad de Extremadura, la Estación Biológica de Doñana – CSIC, el Netherlands Institute of Sea Research y la Universidad de Groningen, Países Bajos -, advierte de los peligros a los que está sometida Doñana, sobre todo después de la propuesta de ley del gobierno andaluz sobre regularizar la situación de los pozos ilegales.

«Los humedales realizan una función clave para la regulación climática», explica Juan G. Navedo, primer autor del artículo e investigador de la Universidad de Extremadura. «A pesar de ello, entre 1970 y 2015 desaparecieron más de un tercio de los humedales del planeta y la tasa de pérdida incluso se ha acelerado desde el año 2000».

Según los autores, el Parque Nacional de Doñana tiene una importancia vital porque en él habitan «una combinación de flora y fauna europea y africana, incluyendo muchas especies endémicas». Además, durante los periodos migratorios y durante el invierno habitan en este enclave único grandes poblaciones de aves acuáticas amenazadas que se reproducen en otros países de Europa. 

«La explotación desmesurada de las aguas subterráneas ha afectado a las lagunas temporales y ha provocado la desaparición de muchas de ellas. Muchas ya no se inundan, otras lo hacen durante periodos tan cortos de tiempo que no permiten que las plantas y animales completen su reproducción y las pocas lagunas permanentes son cada vez menos estables», explica Jordi Figuerola, investigador de la Estación Biológica de Doñana-CSIC.

«La entrada de aguas superficiales también se ha visto reducida y la calidad de aguas que entran ha disminuido por la falta de depuración adecuada y por los elevados niveles de nutrientes que transportan, principalmente derivados de la agricultura».

A pesar de que el calentamiento global y la sequía empeora la situación de este humedal, el Comité del Patrimonio de la Humanidad determinó que eran las extracciones de agua subterránea – utilizada principalmente para el cultivo intensivo de arándanos y de fresas de invernaderos – la principal causa de la disminución del acuífero, agravada además por la alteración de los cauces que aportan agua a Doñana.

La importancia natural de Doñana

El parque es una de las áreas de conservación más conocidas de Europa y ha sido declarado reserva de la Biosfera de la UNESCO y Patrimonio Mundial de la UNESCO. Uno de los primeros proyectos del World Wildlife Fund fue la compra en 1969, en colaboración con el Gobierno español, de una gran área de humedales del Delta del Guadalquivir para ayudar a crear el Parque.

Además, más de medio millón de aves invernan en el Parque cada año en este ecosistema, rodeado de más de 38 kilómetros de playas en una de las pocas extensiones salvajes costeras de España. La fauna de Doñana incluye muchas especies raras e icónicas, incluyendo el lince ibérico y el águila imperial española. También se pueden encontrar aves en peligro como la cerceta de mármol o el pato de cabeza blanca.

«Doñana es la ‘joya de la corona’ para la conservación de la biodiversidad mediterránea», afirma Juan G. Navedo. «Si Doñana desaparece a nivel funcional por el uso ilegal del agua del acuífero, avalado por el actual Gobierno de Andalucía, no quedará ningún humedal clave a salvo de los vaivenes políticos en el planeta. Si no somos capaces de conservar Doñana a pesar de su importancia y sus figuras de protección, ¿cómo podemos esperar conservar ningún otro humedal del planeta?», denuncia el investigador.

Parque Nacional de Doñana

Parque Nacional de Doñana

¿Cómo llegar?

Los dos centros de visitantes principales son La Rocina (Huelva), cerca de El Rocío y El Acebuche, fuera de la A483 sur de Almonte. Se puede acceder a la parte norte del parque desde el centro de visitantes José Antonio Valverde a unos 30 kilómetros al sur de la localidad de Villamanrique de la Condesa (Sevilla).

(Relacionado: Lugares Patrimonio de la Humanidad: la Isla de Pascua)

¿Cuándo ir?

Desde noviembre hasta enero el clima en Doñana es frío y húmedo y el parque se encuentra repleto de patos, gansos y otras aves acuáticas. Cuando la primavera empieza decenas de especies vuelven al lugar. En verano, el descenso del nivel del agua hace que el parque se convierta en un lugar poco acogedor. Los animales más vistos durante esta época del año son buitres, milanos y sylvias.

Visitar el Parque

El Parque Nacional de Doñana está fuertemente protegido y el acceso de los visitantes está limitado más allá de las playas y senderos. Las visitas en grupo deben organizarse con guías oficiales que se realizan en vehículos de cuatro ruedas o en barco. Durante la temporada alta vale la pena realizar estas excursiones.

Oleogeles por grasas saturadas en los pasteles

Investigadoras del CSIC
proponen usar oleogeles en lugar de grasas saturadas para elaborar panes y otros productos de pastelería para reducir los niveles de colesterol. Los resultados obtenidos son prometedores.

En la elaboración de cruasanes, bombones y otros dulces industriales se utilizan grasas sólidas como la de palma, coco, mantequilla y margarina. Ahora investigadoras del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos del CSIC han desarrollado un método para sustituirlas por geles de aceite más saludables, obteniendo un producto con una estructura y propiedades sensoriales muy parecidas al convencional.
Bollería industrial en una panadería

Las grasas saturadas, que se encuentran en alimentos de origen animal como la mantequilla, el queso y la carne grasa o de aceites vegetales como los de coco y palma, elevan los niveles de colesterol ‘malo’ (LDL), aumentando por tanto el riesgo cardiovascular. Sin embargo, sus propiedades las hacen idóneas para la bollería industrial, aunque ahora un equipo de científicas ofrece una alternativa. 

Las propiedades sensoriales de los cruasanes elaborados con oleogeles de aceite de oliva y girasol, sin grasas saturadas, son muy similares a las del alimento convencional

Un trabajo coordinado por las doctoras Ana Salvador y Teresa Sanz del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA, un centro del CSIC) ha conseguido la sustitución total de las grasas sólidas por oleogeles en la elaboración de cruasanes y otros alimentos de bollería y confitería, como bombones o cremas untables de chocolate. 

Estos oleogeles o geles de aceite se han formulado con diversos tipos de aceite de girasol y oliva, junto a diferentes hidrocoloides o emulsionantes alimentarios, obteniendo patrones de textura que imitan la plasticidad de las grasas sólidas. 

Dos ventajas importantes 

Los agentes espesantes empleados son de uso alimentario, como la goma xantana o los derivados de celulosa, a diferencia de otros oleogeles en los que los aditivos utilizados como agentes estructurantes no ofrecen esa garantía. 

Es una de sus ventajas, junto a la sencillez del proceso de elaboración, que no requiere elevadas temperaturas, lo que lo convierte en fácilmente transferible a la industria alimentarias, además de ser un método respetuoso con el medio ambiente. 

La estructura y las propiedades sensoriales del producto final son muy similares a las del alimento convencional, pero con un perfil lipídico saludable.

Es una estrategia interesante para obtener productos de bollería y confitería más saludables manteniendo las propiedades tecnofuncionales y sensoriales 

Según las autoras, sus resultados son relevantes en el campo del diseño de nuevos alimentos e ingredientes, y poseen un gran potencial en el sector alimentario, ya que representan una estrategia interesante para obtener productos de bollería y confitería más saludables manteniendo las propiedades tecnofuncionales y sensoriales de sus homólogos tradicionales. 

El método se podría aplicar en alimentos hojaldrados, sucedáneos de chocolate, galletas, cremas de chocolate, en definitiva, en todos aquellos productos alimentarios en los que se requiere una grasa sólida a temperatura ambiente en su proceso de elaboración. 

En el caso de los cruasanes, lograr sustituir las grasas es una de las aplicaciones más difíciles ya que requieren las que tengan alta plasticidad, capaces de formar láminas sin fundirse. Estas finas películas de grasa se fundirán posteriormente en el horno, dando lugar a la estructura laminar característica y tan apreciada de los hojaldres. 

Este estudio se ha llevado a cabo en el marco de un proyecto nacional en el que también han participado las doctoras Isabel Hernando y Amparo Quiles del Grupo de Microestructura y Química de Alimentos de la Universidad Politècnica de València (UPV).

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