Mary Kenneth , la monja que revolucionó la informática

Primera doctorada en informática en Estados Unidos, Mary Kenneth, monja de las Hermanas de la Caridad, es una de las madres de la tecnología.

Fue, además, la primera mujer en acceder a la prestigiosa Universidad de Dartmouth, donde ayudó al desarrollo del lenguaje BASIC. Fundó y dirigió durante veinte años el Departamento de Ciencias de la Computación en la Universidad Clarke en Iowa, escribió cuatro libros sobre informática y fue una de las fundadoras de ASCUE (Asociación para el uso de ordenadores en educación). A día de hoy la Universidad de Clarke concede una beca en su nombre.

A pesar de que la posesión del primer doctorado en informática en Estados Unidos es un tema controvertido, según las últimas investigaciones, Mary Kenneth fue, junto a Irving C. Tang, la primera persona en lograr el doctorado en esta área: ambos en junio de 1965.

Alan Turing: el padre del ordenador.

Matemático británico. Alan Turing pasó sus primeros trece años en la India, donde su padre trabajaba en la Administración colonial. De regreso al Reino Unido, estudió en el King’s College y, tras su graduación, se trasladó a la Universidad estadounidense de Princeton, donde trabajó con el lógico Alonzo Church.

En 1937 publicó un célebre artículo en el que definió una máquina calculadora de capacidad infinita (máquina de Turing) que operaba basándose en una serie de instrucciones lógicas, sentando así las bases del concepto moderno de algoritmo. Turing describió en términos matemáticos precisos cómo un sistema automático con reglas extremadamente simples podía efectuar toda clase de operaciones matemáticas expresadas en un lenguaje formal determinado.

La máquina de Turing era tanto un ejemplo de su teoría de computación como una prueba de que un cierto tipo de máquina computadora podía ser construida.

Ada Lovelace: La visionaria hija de Lord Byron

Augusta Ada King, condesa de Lovelace, conocida cómo Ada Lovelace, nació el 10 de diciembre de 1815, pero, apenas un mes después de venir al mundo, y debido a desavenencias conyugales, su madre abandonó el hogar familiar mientras Lord Byron dormía, llevándose con ella a su hija recién nacida.

Más tarde solicitó el divorcio de Byron al parecer tras enterarse de que la hermanastra de su marido, Augusta Leigh (por quien la niña llevaba el nombre), era también su amante. Tres meses más tarde, el propio Byron tuvo que abandonar Inglaterra huyendo de sus acreedores y de numerosos escándalos.

 Ada no volvería a ver nunca más a su padre, ya que su madre se aseguró su custodia amenazando a Byron con hacer públicas sus aventuras extraconyugales.