Es bien sabido que la investigación es el principal motor del progreso económico y social; pero debe funcionar correctamente para que nos permita realmente mejorar nuestras vidas. Desafortunadamente, hay evidencias claras que indican la necesidad de reparar algunos aspectos sustanciales de la misma como son la falta de una financiación adecuada, la escasa importancia que se concede en nuestro país a la investigación interdisciplinar, la necesidad de un pacto de estado en investigación, la evaluación de los investigadores y la atracción y retención de talento. En este artículo nos centraremos en estos dos últimos aspectos: evaluación y talento.