El bibliotecario Andrew Gray ha hecho un descubrimiento “muy sorprendente”. Ha analizado cinco millones de estudios científicos publicados el año pasado y ha detectado un subidón repentino en el uso de determinadas palabras, como meticulosamente (un 137% más), intrincado (117%), encomiable (83%) y meticuloso (59%), en sus versiones en inglés. Gray, del University College de Londres, solo encuentra una explicación: decenas de miles de investigadores están utilizando ChatGPT —u otros programas similares de generación de lenguaje con inteligencia artificial— para escribir sus estudios o al menos “pulirlos”.