Dos latidos al unísono que comparten la misma sangre, pero no el mismo corazón. Gema y Marta serán compañeras de vida hasta que la muerte las separe o hasta que la ciencia lo decida. Con tan solo cinco meses de vida, pasan los días escuchando los pitidos que retumban en sus cuerpos. El calor de sus pieles no es lo único que está conectado a ellas, la máquina que las rodea también lo está. La cuenta atrás ha comenzado y las hermanas crecen cada vez más. Serán las primeras niñas nacidas a través de un útero artificial y protagonizarán la portada de todos los periódicos. Detrás del titular se esconderá lo que calla la realidad: nueve meses sin sentir a su madre.
Estas niñas no forman parte del presente, pero sí del futuro que imagina la medicina para aportar nuevas oportunidades curativas. Gema y Marta podrían haber sido hijas del presidente estadounidense Kennedy en 1963, que sufrió la pérdida de su último hijo por haber nacido prematuro y enfermo de SDN (Síndrome de Distrés Respiratorio del Neonato). Esta patología surge en los bebés porque, al nacer antes de tiempo, sus pulmones todavía no están preparados para respirar. En aquellos tiempos, la única solución médica para prevenir un posible fallecimiento era una incubadora cálida y los cuidados de enfermería. Pero no resultaban ser suficientes para salvar la vida de estas criaturas.
Todo comenzó en el año 2000 con Hung-Ching Liu, profesora de la Universidad de Cornell de Nueva York, que intentó desarrollar embarazos completos con embriones de ratón,pero sólo nació uno y sufrió deformaciones (Samper, 2022). Unos años más tarde, en 2017, los investigadores del Hospital Infantil de Filadelfia crearon un “útero biobag”, formado por una bolsa sellada que contiene un tubo que suministra líquido amniótico a corderos prematuros. (Couzin-Frankel, 2017). Años y años de investigación han sido necesarios para poder visualizar la vida de las mellizas.
El día amanece y Hashem Al Ghaili, divulgador científico, visita el estudio de Ectolife, el centro de úteros artificiales donde Gema y Marta se están formando (Samper, 2022). Hashem comprueba que todo esté en orden y que la máquina funcione perfectamente. Las niñas no son las únicas que están en la sala, miles de bebés también se están formando gracias a este avance creado por inteligencia artificial. La presencia de sus padres no puede faltar, y son los primeros que siguen el embarazo desde fuera. María, madre de las niñas, les canta a través de los altavoces incorporados para que sus hijas sientan su calor (González, 2023).

Instalación de EctoLife con filas de bebés cultivados en laboratorio. Fuente: Hashem Al-Ghaili, 2022
Cuando Ectolife llega a su vida, María no puede contener las lágrimas de emoción. Ella sufre de endometriosis y quedarse embarazada es uno de los mayores riesgos que puede correr. Pedro Fuentes, ginecólogo en el Hospital La Paz de Madrid asegura que “la opción de tener un bebé a través de útero artificial puede ser la luz que hay al final del túnel, sobre todo para ayudar a aquellas mujeres que sufren de infertilidad y que han tenido un aborto tras otro”. Según la OMS, las complicaciones derivadas del nacimiento prematuro son la principal causa de mortalidad entre los menores de cinco años. En un futuro no muy lejano, los úteros artificiales marcarán el comienzo de una nueva era en la medicina.
Llega el séptimo mes de embarazo y saltan todas las alarmas. María nunca le cuenta a su marido Juan la verdad de todo lo que está ocurriendo. «Los secretos más grandes se ocultan siempre en los lugares más inverosímiles”, decía Roal Dahl. Juan no puede imaginar que ese lugar se trata de la cápsula que está creando a sus hijas e, inmediatamente, le pide a María que renuncie a ese embarazo. El mundo de María se viene abajo porque, si Juan descubre dónde se encuentra Ectolife, puede desactivar en cualquier momento a sus niñas con un simple botón.
La vida de Gema y Marta está en juego y depende de varias decisiones. Juan no soporta que sus hijas vayan a nacer de una máquina. Desconoce totalmente las condiciones y las garantías en las que se están formando y eso le causa un cierto nerviosismo. Como bien señala Pablo Bilbao, portavoz de la Asociación “Son Nuestros Hijos”, existe una reacción de rechazo, porque el hecho de prescindir del factor humano en la procreación “es un salto psicológicamente importante como para que la gente lo acepte sin más, por lo menos sin una acotación estricta que no explique en qué situaciones se va a usar”.
Cada minuto que pasa es decisivo para el futuro de las hermanas. Una mañana temprano suena el teléfono en las oficinas de Ectolife. “Buenos días. Le habla el representante del Comité de Bioética de España”. En ese momento, la realidad llama a la puerta de Hashem y su imaginación tiene fecha de caducidad. “Las máquinas han sido creadas por los seres humanos para mejorar la calidad de vida de la especie que profesamos” (Mateos, 2023). Pero esa calidad que persigue Hashem en sus sueños no es legal porque la bioética se lo impide.
Nadie avisó a María de que su deseo de ser madre podría convertirse en un delito. Un día llega a este mundo, intenta quedarse embarazada y no puede. Le dan una oportunidad para tener hijos, y, después, se la arrebatan. Hashem avisa a María de lo que supone el papel de la bioética. La Ley 14/2007, de 3 de julio, de Investigación biomédica, prohíbe la “constitución de preembriones y embriones humanos exclusivamente con fines de experimentación…pero permite la utilización de cualquier técnica de obtención de células troncales embrionarias humanas con fines terapéuticos o de investigación”.
Hasta aquí parece que Hashem puede demostrar que Ectolife es un método que actúa como tratamiento curativo. Y para cualquier enfermedad, el amor todo lo cura, todo soporta. (Corintios, 13) A la vista está que el amor de María por sus hijas es más fuerte que el derecho romano, mater sempre certa est (la madre es siempre cierta), que pone en duda el concepto de maternidad. “La madre es siempre la que ha parido. Si asumimos que una máquina pare a un hijo, tenemos que considerar que esa máquina es la madre” (González Erichshen, 2023).
Todo embarazo llega a su fin con el momento del parto. El miedo es algo que siempre está presente, y como bien dice un proverbio escocés, no hay medicina para el miedo. El pensamiento de frustración acompañado de arrepentimiento, aquella voz que retumba como los redobles de un tambor: “qué se podría haber hecho para evitarlo”. También hay madres que le temen al parto. “Un parto es algo que no todo el mundo está capacitado para ello. Imagina que una máquina hiciera lo que tú tendrías que hacer sacrificando tu cuerpo”, confiesa Miguel, abogado de Universal Surrogacy. Con las características que ofrece Ectolife, el miedo se queda atrás.
A María le preocupa que pueda haber complicaciones. A veces, los partos dan un giro de 360º grados y nadie se espera lo que puede pasar, y mucho menos cuando un útero artificial va a dar a luz. Ante el posible nacimiento de las niñas, los ginecólogos se plantean en qué condiciones sacarlas, los pediatras dudan en cómo atenderlas, y existen preocupaciones acerca del sistema informático y preciso que mantenga ajustado el azúcar, el oxígeno, el líquido amniótico, entre otras características (Fuentes, 2023). Hashem se encuentra en el punto de mira y toda la responsabilidad cae sobre él.
Gema y Marta nacen el 25 de diciembre de 2033, tal y como elige su madre María. Hace más de dos mil años que nació Jesús de Nazaret, un milagro por aquel entonces. La llegada de las hermanas marca el fenómeno del futuro de la maternidad, pero sobre todo, de la ciencia. Los medios de comunicación, el presidente del Gobierno y el rey de España están presentes para contemplar el hecho que definirá un antes y un después en la historia. Nadie puede dejar de mirarlas.
Toda historia tiene un final y no siempre es feliz. En medio de los besos y los abrazos de celebración, el sonido de un llanto deja la sala en silencio. Las niñas lloran sin consuelo y su madre entra en estado de pánico. Cinco son los minutos que María logra sentir a sus hijas. El silencio del público pasa a ser propio de las niñas, que dejan de respirar en cuestión de segundos. “Las máquinas no son infalibles y más los primeros bebés que nazcan de este método” (Carmona, 2023). La ciencia avanza más rápido que el derecho (Erichsen, 2023) pero nadie llega a imaginar que la vida de estas criaturas fuera igual de veloz.
Sus manos temblorosas y su respiración agitada dejan ver que Hashem acaba de tener una pesadilla. La imaginación de ese niño que deseaba ser científico no tiene límites y traspasa la barrera de sus sueños a sus 33 años. Las bebés que estaba creando en su mente habían fallecido de SDN, misma patología que acabó con la vida de Patrick B. Kennedy en 1963. Gema y Marta no son prematuras, pero el simple hecho de que un útero artificial las gestase, pondría en duda sus posibilidades de vivir.
En una familia siempre hay una figura con poder, y en esta manda la bioética. Ella avisa de las consecuencias que conlleva su realización. Si Hashem experimenta con bebés durante más de 14 días, la vida de criaturas como Gema y Marta están en riesgo. Estas niñas seguirán siendo una idea de divulgación científica que se mantiene lejos de la vida real. Médicos, químicos, curas y abogados se cuestionan un posible mundo en el que los úteros artificiales reproduzcan bebés. Unos piensan que para que sean posibles, hace falta mucha investigación, mientras que la Iglesia Católica apunta que se trata de un proceso de deshumanización y de manipulación de los principios inviolables.
Hasta ahora, la investigación está probada en animales, y la gran mayoría, han sufrido malformaciones o inflamación de pulmón, por lo que nadie descarta los posibles riesgos que los úteros artificiales provocarían en los seres humanos. “El cuerpo humano es sabio y está hecho para eso y aunque la ciencia avance, no podrá imitarlo”. (Rodríguez, 2023) Mientras existan experimentos con resultados fallidos, y la ciencia siga tropezando con la misma piedra, la bioética no abrirá su campo de visión para una nueva maternidad: la maternidad de la IA.


Bibliografía
- Couzin-Frankel, J. (2017). Fluid-filled ‘biobag’allows premature lambs to develop outside the womb. Science, 25(10.1126).
- Departamento de Periodismo y Comunicación Global. (2023). El reto de aprovechar la inteligencia artificial para el periodismo. Universidad Complutense de Madrid. https://www.ucm.es/periodismo-comunicacion-global/textos/500703
- Ferreira da Silva Netto, M. C., Dantas, C. H. F., & Albuquerque Lôbo, F. (2021). ¿ De dónde vienen los bebés? Útero artificial, bioética y derecho: los posibles impactos de la ectogénesis en el campo de la filiación. Un análisis del contexto jurídico brasileño. Revista de Bioética y Derecho, (51), 283-298.
- García, E. C. (2009). La desprotección jurídica del embrión humano tras la nueva ley de reproducción humana asistida y la ley de investigación biomédica. Cuadernos de Bioética, 20(2), 183-200.
- García San José, D. (2022). El Derecho internacional frente a los riesgos de la Inteligencia Artificial (IA) en la investigación embrionaria humana . Cuadernos de Derecho Trasnacional, 14(2), 512-532. https://doi.org/10.20318/cdt.2022.7193
- González, C. (2023). ¿Qué es Ectolife y en qué consiste este concepto de vientres artificiales? Computerhoy.com
- La Santa Biblia Reina Valeria (1960).1 Corintios, 13.BibleGateway.
- Ley 14/2007, de 3 de julio, de Investigación biomédica. Boletín Oficial del Estado, 159, de 4 de julio de 2007. https://www.boe.es/eli/es/l/2007/07/03/14
- Kardoudi, O. (2023). El primer vientre artificial para gestar bebés humanos está listo para el ensayo clínico. ElConfidencial.com https://www.elconfidencial.com/tecnologia/novaceno/2023-09-18/primer-vientre-artificial-ensayos-clinicos-humanos_3736235/
- Martínez, J. (2023). La natalidad sigue cayendo en España: apenas hubo 103.443 bebés en lo que va de año y solo crece en dos comunidades. 20minutos.es
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- Pérez, E. (2021). La tragedia olvidada de los Kennedy y cómo gracias a ella hoy se salvan miles de bebés prematuros. Diario ABC.
- Roberts, C. T. (2017). Premature lambs grown in a bag. Nature. National Library of Medicine. 546(7656), 45-46.
- Samper, E. (2022). ¿Qué impide desarrollar bebés en úteros artificiales? La realidad frente a la ciencia ficción. ElDiario.es https://www.eldiario.es/sociedad/impide-desarrollar-bebes-uteros-artificiales-realidad-frente-ciencia-ficcion_1_9816582.html