De la calle hacia la escuela: era una mañana de otoño, donde las calles olían a asfalto mojado por la lluvia de la noche anterior, los niños y las niñas de etnia gitana iba con sus mochilas cargadas de ilusiones y sueños de camino al colegio, para aprender y llenarse de conocimientos en las aulas. Matilda era una niña muy inteligente y segura de sí misma, soñaba que de mayor sería doctora para poder ayudar y curar a los enfermos.
ꟷ ¡Matilda, ven! — dice un niño de su clase junto a otros compañeros.
—Hola Juan—dice con una sonrisa.
—Para que vienes a clase si luego vas a ser como tus padres, que están en el mercado vendiendo fruta—dice riéndose.
Ella se quedó paralizada ante esa burla, no podía reaccionar hasta que la ira se apoderó de su cuerpo. —¡Yo seré lo que quiera ser! — exclamó
Si te digo nombres como Camarón de la isla, cantante, Las kétchup, un grupo de chicas cantantes, Carmen flores, cantante de copla y actriz española, Alba Flores, actriz reconocida por las series “Vis a vis” o “La casa de papel”. Seguramente los conoces a cada uno de ellos porque el arte corre por sus venas, por sus famosas canciones o las películas que han realizado. Lo que tienen en común es su etnia gitana, su cultura, su patria. El pueblo gitano se formó en Europa y la primera inmigración gitana entró por lo pirineos para llegar hasta la península ibérica en el siglo XV, Alfonso V de Aragón fue quien autorizó a viajar por sus dominios a Juan de Egipto Menor con su comunidad, por lo tanto, se asentaron en las tierras obedeciendo las órdenes del rey (Martín, 2018). Si han pasado tantos siglos de convivencia porque todavía existe tanto bulos y estigmatización sobre la etnia gitana, donde la sociedad los encasilla como “ladrones”, “vagos”, “sucios” y “mal educados”.
Asimismo, si te comento nombres como Sara Giménez Giménez, abogada y política, Louise Doughty, escritora y periodista o Isabel Giménez Cenizo, maestra, lo más probable es que no las conozcas, porque son personas cotidianas que rompen los estereotipos sobre la etnia gitana, donde solo hay cavidad para artistas o por lo contrario personas marginales, también existe gente con una vida cotidiana que se dedican a cumplir sus sueños trabajando duro.
De la marginalidad a la normalidad
Hace casi cuarenta años era difícil que los niños de etnia gitana fuesen a la escuela, de hecho, existía una alta tasa de analfabetismo (68%) y solo una parte (32%) se encontraban en un periodo escolar obligatorio (Instituto de Sociología Aplicada de Madrid, 1982). Había un auge de exclusión social y las plazas escolares eran escasas, si un grupo de niños romaníes eran matriculados en un colegio los padres no gitanos protestaban aireadamente sobre ello. En cambio, ahora deciden matricular a sus hijos en colegios e institutos donde no haya niños gitanos, guetizando los centros escolares en los que se encuentran (Abejo,2005). Esto conlleva a seguir retroalimentando los estereotipos y encasillando a estas personas como si fueran mala influencia.
Durante los años sesenta y setenta a pesar de que los hombres y las mujeres de etnia gitana apenas tuvieron la oportunidad de sentarse en un pupitre de un aula, ellos son capaces de refutar la idea de “no trabajan, no contribuyen”, a pesar de su analfabetismo eran personas trabajadoras que se dedicaban por ese entonces a ser agricultores, vendedores ambulantes, panaderos, chatarreros o artesanos. Si es cierto que pasados estos años ya no existía lugar para los viejos oficios y comienza a surgir más oportunidades para los que hayan seguido un proceso de formación escolar y profesional.
Actualmente algunas familias gitanas les dan importancia a los estudios de sus hijos, para que no pasen por la realidad que ellos vivieron, buscando alternativas para que tengan un futuro mejor. Manuela Rubio, una mujer de etnia gitana, explica como incentiva a su hija para que siga con sus estudios. “Yo a mi hija siempre le digo que estudie, que ella brilla mucho y que ya tendrá tiempo para tener novio”. Su hija Rocío está cursando segundo de bachillerato en un instituto de Murcia. “A mí de pequeña no me dejaron estudiar” afirma. Ella cuenta que su sueño era ser doctora, pero por los problemas económicos que atravesaba su familia y sus costumbres, no existía la posibilidad de seguir con su sueño. “Tuve que trabajar con doce años en una fábrica de conservas, mi padre trabajaba en el campo y mi madre estaba en casa cuidado a mi hermana pequeña”. Ahora mismo con casi cincuenta y cinco años que tiene, solo desea que su hija tenga las facilidades que ella no tuvo en su día.
Hoy en día, en España la tasa de escolarización de niños romanís hasta los catorce años (98,6%) es parecida a la población española (99,2%), sin embargo, con respecto a los estudios post obligatorios el porcentaje de juventud gitana se reduce al 20,8 %, según las estadísticas de la Fundación Secretariado Gitano. Esto quiere decir, que entre los catorce años hasta los dieciocho existe un descenso de escolarización en la comunidad gitana, esto se debe a varios factores que influyen. Los estudiantes abandonan el centro escolar porque no se sienten lo suficientemente motivados o no les agradaba el ambiente.
Cristina Pomodares es la técnica de igualdad en la Fundación Secretario Gitano, comenta que “En cuanto al ámbito educativo hemos registrado este año 44 casos de discriminación desde el servicio de asistencia a las víctimas de discriminación racial o étnica”. Añade que en algunos casos los comentarios de algunos profesores y profesoras sobre esta comunidad, fomentando estereotipos y prejuicios, lo que provoca la incomodidad de los alumnos, otro aspecto son las bajas expectativas de los docentes frente a las niñas gitanas haciendo énfasis a los roles de género y el acoso o bullyng. Explica que “Con el fin de prevenir este tipo de situaciones en el ámbito escolar, hacemos un llamamiento a las autoridades educativas”, Con ello poder reducir la segración escolar e investigar, sancionar y dar una respuesta a ese acoso que sufren los niños romaníes.
El apoyo familiar influye en los alumnos, los jóvenes romaníes están en edad del pedimento o casamiento que es una costumbre que los caracteriza, donde ellos renuncian a los estudios por el amor, se dedican a ayudar a las tareas del hogar, buscar empleo o trabajar en el negocio familiar.
El profesor Ramón Hernández de un instituto de Murcia afirma que “sigue existiendo casos de abandono, especialmente de chicas que contraen matrimonio y las dificultades a la hora del aprendizaje derivan de la marginalidad social”. Comenta que ha observado como algunos centros reagrupan o segregan a los alumnos, de forma que aquellos que tenga dificultades de aprendizaje estarán en un aula con sus iguales, omitiendo dar oportunidad a dichas personas para progresar con su formación. Expone que un gran número de alumnos romaníes se sienten motivados para finalizar sus estudios obligatorios e incluso ellos han manifestado desear alcanzar los estudios universitarios.
La generación Z, la generación del cambio

La figura de la mujer gitana es aquella que se encarga de las tareas de la casa y del cuidado de los hijos, es algo que observan desde la niñez por su abuela, su madre o su tía. No es algo que se impone si no que lo tiene asumido y lo consideran como si fuera su única función. (Bourdieu, 1997).
Esta hipótesis se quiebra, Carmen Navarro es una dulce chica de diecinueve años de etnia gitana, cuenta con ilusión y cierto brillo en los ojos que el curso que viene realizara un grado superior de educación infantil. “Quiero trabajar con los críos pequeños en un colegio o guardería” afirma. Cuenta que su experiencia realizando anteriormente el grado medio le ha gustado, porque al ser teoría combinado con las prácticas se le hace más ameno. Con respecto a sus parientes comenta que “Siempre me he sentido apoyada y motivada por mi familia para que siga estudiando”.
La universidad es un reto, pero no existe barrera posible que impida conseguir ese sueño, existen dos diferentes personas de etnia gitana que llegan a este lugar, algunos alumnos tienen entre diecisiete y veinte años (42%), en cambio, otros suelen tener más edad e hijos (58%) (Raya, 2022). Existe un número abultado de familias que, debido a motivos personales, económicos o laborales, no pueden o no son capaces de proporcionar un respaldo a sus hijos en su etapa de formación. Se empezó un proyecto Uniroma en 2019, para que los jóvenes romaníes tengan un apoyo económico para empezar con sus estudios universitarios y servir de referentes a otros jóvenes del futuro (Flecha, 2022). Gracias a las becas facilitadas para los alumnos de etnia gitana conseguirán costearse su grado y obtener su titulación.
Como es el caso de Pedro Fernández, un joven de dieciocho años que lleva consigo sus raíces y sus metas, estudiante de psicología en la universidad. “Yo recuerdo cuando mi madre me decía que mi abuela trabajaba muy duro para que ella estudiara, pero por cosas de la vida se lo dejó” relata. Cuenta que es el pequeño de tres hermanos y que ellos tuvieron la oportunidad de estudiar, sin embargo, prefirieron trabajar. “Mi madre siempre me ha apoyado en cualquier cosa que me propusiera” afirma. Gracias a la beca que le aceptaron puede estudiar de lo que le gusta para que el día de mañana su sueño de ser psicólogo y ayudar a las personas se haga realidad.
Se ha producido un cambio social en la comunidad de la etnia gitana a lo largo de los años, no es un cambio rápido como de la noche a la mañana, al principio era complicado estudiar y era más sencillo trabajar siendo adolescente, pero la sociedad, las costumbres y la época se quedaron ambiguas cuando llego los 2000, el siglo XXI. Comenzó a haber más inclusión social, más pluralidad en las aulas, la tecnología impulso a la sociedad a otra realidad distinta. Dentro del Ministerio de Educación se ha producido nuevas reformas dentro del marco estratégico del pueblo gitano[1] para abordar el incremento de escolarización. En un futuro los alumnos romaníes serán un ejemplo a seguir de aquellos que quieran cumplir todo lo que se propongan a pesar de los obstáculos.
Despiece
La Fundación Secratario Gitano presta servicios para el desarrollo de la comunidad gitana en España. Cristina Pomodares, técnica de igualdad de la fundación, comenta que existen muchas empresas que deniega el puesto de trabajo o realización de una entrevista a aquellas personas de etnia gitana, a pesar de esta cualificados para cubrir esa bacante. Han detectado cuarenta y seis casos de discriminación. “Todas estas prácticas discriminatorias suponen una enorme barrera para la inclusión laboral de las personas gitanas, y al ejercicio de su derecho al trabajo” afirma. Lo que limitan que a esta parte de la ciudadanía pueda tener una vida digna, afectando a su desarrollo personal,
Bibliografía
- Raya, M.J. (2022). El 31% de los universitarios gitanos tiene hijos y una edad media superior a la habitual https://www.diariocordoba.com/cordoba-ciudad/2022/06/07/31-universitarios-gitanos-hijos-edad-66997635.html
- Abajo, J.E. (2005). La evolución de la escolaridad de los niños (y niñas) gitanos https://aulaintercultural.org/2005/06/23/la-evolucion-de-la-escolaridad-de-los-ninos-y-ninas-gitanos/
- Abajo, J.E. y Carrasco, S. (2004). Experiencias y trayectorias de éxito escolar de gitanas y gitanos en España. https://redined.educacion.gob.es/xmlui/bitstream/handle/11162/62154/00820092000133.pdf?sequence=1&isAllowed=y
- Martín, D. (2018). Historia del pueblo gitano en España. Editorial Catarata. Diario Digital Infolibre. https://www.infolibre.es/cultura/historia-pueblo-gitano-espana_1_1150480.html
- Gamella, J.F. (2006). Oficios gitanos tradicionales en Andalucía (1837-1959). https://www.gitanos.org/upload/00/32/fondo.pdf
- Ortega, E. (2003). 50 mujeres gitanas en la sociedad española. https://www.gitanos.org/publicaciones/50mujeres/default.htm
- Haro, R. (2009). El alumnado gitano en los centros educativos. Revista Anales de Historia Contemporánea N.º 25. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2921615
- San Román, T. (2005). La necesidad y la agonía de seguir siendo gitanos. https://www.aecgit.org/downloads/documentos/428/la-necesidad-y-la-agonia-de-seguir-siendo-gitanos.pdf
- Da Fonseca, A. (2009). La mujer gitana en el siglo XXI. Revista Anales de Historia Contemporánea N.º 25. https://revistas.um.es/analeshc/article/view/71781/69271
- Fundación Secretario Gitano. (2013). El alumnado gitano en secundaria. https://www.gitanos.org/upload/42/08/EstudioSecundaria_InformeEjecutivo.pdf
- Salmerón, J. (2009) Orígenes, vicisitudes, realidad actual y retos del pueblo gitano en España y Región de Murcia. Revista Anales de Historia Contemporánea N.º. 25 https://digitum.um.es/digitum/bitstream/10201/12009/1/2921610.pdf