
Charli XCX trajo su gira “BRAT” a Coachella junto con muchos de los invitados que tuvo en el álbum (y en el escenario) en los diez meses desde que lanzó el álbum: Billie Ellish, Lorde y Troye Sivan, y en un montaje escrito a máquina inusualmente sentimental en las pantallas de video gigantes al final del espectáculo, bromeó diciendo que, aunque el verano ya terminó hace mucho, nunca quiere que “Brat Summer” termine.
El veterano cantautor y productor dio una pista tímida días antes del festival, aprovechando la tradición de las vallas publicitarias de camino a Coachella para adelantar su aparición, sacando una valla publicitaria en el característico tono verde claro bilioso que aparece en la portada del álbum “Brat”, ganador del Grammy, pero con la palabra tachada. Esto desató la esperada oleada de especulaciones en redes sociales, ninguna de ellas concluyente. (Mucho más obvia fue la historia de Instagram de Eilish de ayer: una pizarra en blanco del verde “Brat”).
La actuación de Charli fue sólida, pero básicamente el mismo repertorio que ha estado presentando desde su gira conjunta “Sweat” con Sivan el otoño pasado, aunque no solo con él (para “Talk Talk”), sino también con Lorde vestida de caqui (que también la acompaño en Nueva York en septiembre para “Girl, So Confusing”) y Eilish (para el remix de “Guess”). Sin embargo, como de costumbre, Charli estuvo en solitario sobre el escenario durante la mayor parte de la noche, dotando de cuerpo a las canciones con su característico baile inusualmente violento: fuertes puños en alto, sacudidas de pelo, contorsiones de torso y contorsiones en el suelo.



Todas las canciones, excepto tres, eran del álbum: También interpretó “Unlock It” de 2017, “Blame It on Your Love” de 2019 y terminó con la canción que catapultó su carrera como creadora de éxitos, “I Love It”, el éxito mundial de Icona Pop que escribió y coprodujo. Y justo cuando parecía que el espectáculo había terminado, las letras comenzaron a aparecer en una secuencia lenta, con su estilo y tipografía habituales, en las pantallas gigantes a ambos lados del escenario mientras ella, de pie, disfrutaba de los aplausos.