La responsabilidad no solo está en las manos de los productores. La participación de todos es necesaria, lo que incluye, por supuesto, a los consumidores. Esta es una de las reflexiones que hace un grupo de científicos liderados por Estela Romero, investigadora del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (Creaf), y que publica en ‘Science of the Total Environment’ un editorial junto a una serie de artículos en los que se analiza la influencia del nitrógeno agrícola y ganadero en el medio natural. La reflexión, titulada ‘Nitrógeno en los sistemas agroalimentarios y el medio ambiente: próximos pasos para un futuro sostenible’, hace un repaso por las diferentes investigaciones. Una de ellas usa un modelo comparativo con 127 regiones de Europa con el que, además de constatar la alta especialización de la agricultura en todo el continente, con regiones con altísima producción y una fuerte dependencia del comercio de larga distancia, asegura que el 70% del nitrógeno de los fertilizantes se desperdicia y acaba en el medio ambiente. Entre las respuestas, el modelo ‘de la granja al tenedor’ propuesto por la FAO, que tendrá efectos positivos como la reducción del 40% de los fertilizantes sintéticos o la caída del 30% del nitrógeno desperdiciado.

Noticia del día 02/11/2024