Uniformados y de paisano peinan el mercadillo cada jueves y en lo que va de año han detectado ya decenas de sustracciones, siempre obra de las mismas mujeres
Cada jueves se establece en la avenida de La Fama uno de los mercados más frecuentados por los vecinos de la ciudad de Murcia y sus alrededores. Es por esto que la Policía Local siempre está presente durante su preparación y desarrollo. En concreto, tres agentes, un subinspector, una unidad de tráfico y otra de agentes de paisano, se encargan de asegurar el correcto transcurso de la mañana.
Las funciones del cuerpo de policía en este evento semanal son varias, sin embargo, debido a los cuarenta hurtos de carteras y monederos que se han denunciado en lo que va de año, se está viendo destacada su labor de protección de la seguridad ciudadana. En este sentido, el papel de la unidad de paisano es especialmente relevante, pues pasa desapercibida, lo que le permite detectar este tipo de conductas con más facilidad.
Con el fin de conocer de primera mano los procedimientos llevados a cabo por la Policía Local, el pasado jueves La Opinión acompañó a una de las unidades que componen el dispositivo de mercado.
En un tiempo de una hora y media aproximadamente, una vecina entregó un bolso vacío que había encontrado tirado por el suelo, una señora mayor se acercó buscando información sobre la cartera y la documentación que le habían quitado el jueves anterior y una francesa denunció haber sido víctima de un hurto en ese mismo momento, mientras hacía turismo por la zona con su familia.
En el caso del bolso entregado a las autoridades, no se sabe exactamente si simplemente fue una pérdida o apareció tras un hurto. No obstante, el subinspector Morilla explicó que «en la mitad de los casos, cuando se da el hurto de un bolso, las personas que se los llevan sacan las cosas de valor y dejan el bolso con la documentación».
Por esta razón, recomienda a las víctimas «poner la denuncia y esperar unos días antes de renovar los documentos personales por si aparecen». «Nosotros cuando los encontramos o nos los entregan, hacemos un informe y los ponemos a disposición de objetos perdidos. Desde allí, se contacta con los titulares y, en caso de no encontrar ningún documento identificativo, se publican en la página web de objetos perdidos», recalcó.
En todo momento, los agentes trataron de ayudar y tranquilizar a las víctimas. Además, dedicaron todo el tiempo necesario para explicar a los afectados cómo debían proceder a continuación. Asimismo, era evidente que conocían y mantenían una comunicación constante con la mayor parte de las personas que componen el mercado, lo que permite a los agentes «estar al día y poder resolver cualquier cuestión con mayor facilidad», tal y como afirmó Morilla.
Reincidentes
Durante lo restante de la mañana, los agentes de paisano se vieron obligados a intervenir, pues detectaron que tres mujeres se estaban dedicando a sustraer carteras.
Según informes de la Policía Local, cuatro personas, entre las que se encuentran las tres mujeres mencionadas, cometen este tipo de actividades en el mercado de manera reiterada: sin embargo, no pueden ser detenidas, ya que, como indicó el subinspector, «tendrían que llevarse algo que supere los 400 euros de valor para que pudiéramos llevar a cabo una detención, aunque, en el caso de que hubiera violencia o intimidación, entonces se consideraría un robo y, sin importar el valor de lo robado, se procedería a la detención inmediatamente».
«En el caso de los hurtos, se interviene solicitando la documentación del sospechoso para identificarlo y comprobar si tiene algún caso pendiente o si lleva consigo algo que no le pertenece. Posteriormente, tomamos los datos y, si tenemos también la información de la víctima, se entrega en comisaría para la imposición de la denuncia», añadió.
Víctimas
Aunque el perfil de las víctimas puede ser aleatorio, Morilla dijo que «suelen ser personas mayores, quizá porque las ven un poco más vulnerables, pero se detectan casos en todo tipo de personas». Es por esto que aconseja «llevar siempre mochilas y bolsos por delante, controlar que cremalleras y botones estén cerrados y prestar mucha atención especialmente en aglomeraciones de personas».
Ana Boluda