Biografía
Descubre la historia detrás de los ritmos: mi trayectoria musical, colaboraciones y la pasión que impulsa cada golpe de batería.
Joaquín Bermejo: El Latido Irrepetible de la Batería
Nacido en 1991 en la vibrante Murcia, Joaquín Bermejo, conocido como Mini Drums, es mucho más que un baterista: es un narrador de historias a través del ritmo, un arquitecto del tempo que ha hecho del escenario su hogar. Desde que su padre lo introdujo al universo musical, su vida ha estado marcada por una banda sonora infinita, compuesta de los más diversos géneros que hoy resuenan en cada golpe de su batería.
A los 8 años, el regalo de su primera batería fue un momento decisivo: el inicio de un amor que definiría su destino. De manera autodidacta, Joaquín descubrió la magia de este instrumento, convirtiéndose en un alquimista del ritmo. A los 14 años, ya estaba tocando profesionalmente, llevando su talento innato a los escenarios y dejando una huella en el corazón de cada público que lo escuchaba.
Desde joven, encontró en la música metal una poderosa fuente de inspiración, cautivado por la intensidad y complejidad de este género. Fue en sus primeros años cuando desarrolló su energía y técnica, forjando una base sólida que luego enriquecería con otros estilos musicales.
Su carrera lo ha llevado a trabajar con gigantes de la música. Ha compartido escenario con Oneida James, legendaria bajista que ha colaborado con figuras como Joe Cocker y Billy Preston, y con Buddy Whittington, el maestro de la guitarra que formó parte de los míticos Bluesbreakers de John Mayall. Estas experiencias han sido no solo un honor, sino un motor que impulsó aún más su creatividad y precisión.
Actualmente, Joaquín es el corazón rítmico de varios proyectos destacados. Es el baterista de Santiago Campillo, icono del blues y rock español; acompaña al cantautor Muerdo, cuya poesía y música trascienden fronteras; y forma parte de Fuzz, un grupo madrileño que encarna la energía más pura del rock contemporáneo.
Cada concierto es una experiencia única, una combinación de calidad sonora y una conexión profunda con el público. Joaquín Bermejo no solo marca el ritmo, sino que crea atmósferas que envuelven y emocionan, haciendo de cada actuación un viaje inolvidable. Su nombre resuena como un sinónimo de excelencia musical y pasión desbordante, consolidándose como uno de los bateristas más versátiles y magnéticos de su generación.