Avisa de que el Gobierno debe cumplir el plan de consolidación anunciado con «diligencia y rigor» si no quiere incumplir las reglas fiscales impuestas por Bruselas
El Banco de España alerta de la evolución desigual de las «vulnerabilidades económicas» y de los «riesgos identificados» en la economía española. Así los constata en su último Informe de Estabilidad Financiera, en el que confirma que el crecimiento mantuvo en el primer semestre del año un «elevado grado de dinamismo», con un crecimiento que estuvo «claramente por encima» del observado en el conjunto del área del euro, recuperando los niveles de PIB previos a la pandemia, aunque la española ha sido la última gran economía europea en hacerlo. La información disponible por el regulador en el tercer trimestre apunta ya a que el ritmo de expansión de la actividad ha empezado a moderarse con respecto al registrado en el primer semestre del año.
En este contexto, el supervisor avisa de que la actual composición del crecimiento económico en España -basado en el mantenimiento del gasto, la demanda externa de servicios, el consumo público y, sobre todo, el turismo- provocará «vulnerabilidades» en la economía, «incluso si se consolida la actual senda expansiva y se disipan los riesgos a corto plazo sobre la actividad». Por eso reclama que es «estrictamente necesario» que se cumpla el plan de consolidación fiscal recientemente anunciado, junto con determinadas reformas estructurales, y que se ejecute con «diligencia y rigor» para corregir vulnerabilidades y «perturbaciones adversas» y minimizar su impacto en la actividad económica. Según apunta, el cumplimiento de las nuevas reglas fiscales puede suponer «cierto freno» al crecimiento en los próximos años, pero existen «elementos mitigadores» de estos riesgos sobre la actividad, como una política monetaria menos restrictiva, la elevada tasa de ahorro de los hogares y el impacto positivo de los fondos europeos, que «pueden constituir palancas de apoyo para el consumo y la inversión».
Pero el Banco de España muestra serias dudas sobre las citadas vulnerabilidades de la economía y del sistema financiero español que incluyen, en primer lugar, el «elevado nivel del endeudamiento público», provocado por un déficit que, en términos acumulados de 12 meses, se habría situado en el 3,3% en junio -tres décimas alejado del tope autorizado por la reglas fiscales impuestas por Bruselas-, mientras que la deuda pública sobre PIB se redujo 3,5 puntos en términos interanuales, fundamentalmente por el aumento del PIB nominal, y se situó en el 105,3% en el segundo trimestre.
Fuente del texto y la fotografía: La Razón, elaborado por Javier de Antonio