Sierra Espuña, el pulmón verde de la Región de Murcia
En el centro de la Región de Murcia, las cumbres de Sierra Espuña se despliegan creando un paisaje de ensueño. Declarado sitio natural de interés nacional y protegida como Parque Regional, era la primera montaña en ser avistada por los navegantes que se acercaban a la península de camino a las Columnas de Hércules desde la ruta sur mediterránea.
Este paraíso natural, con su flora, fauna y senderos serpenteantes, invita a los viajeros a perderse en su serenidad. Los pueblos que la rodean, Aledo, Alhama de Murcia, Librilla, Mula, Pliego y Totana son joyas escondidas que brillan con sus tradiciones y la calidez de su gente. Aquí, cada mirada al horizonte es una promesa de aventuras por descubrir. Un rincón donde la naturaleza y la cultura se entrelazan en un abrazo eterno.
Al abrigo de la preciada Sierra Espuña y dentro de un área de más de mil kilómetros cuadrados, el Territorio Sierra Espuña ofrece hoy al viajero una completa y variada propuesta de gastronomía, cultura, museos, naturaleza, arqueología, aventura, fiestas, servicios turísticos de excelencia y actividades diseñadas para mostrar los rincones más especiales y sus secretos más genuinos.
Pueblos de Sierra Espuña
Aledo
Situada sobre un espigón rocoso, Aledo es una villa medieval con un trazado urbano que se ha mantenido casi intacto desde la época musulmana. Destacan la Torre árabe La Calahorra, la Iglesia barroca de Santa María con una escultura de Salzillo, y “La Picota”, un lugar de ajusticiamiento medieval. Fuera de las murallas, se encuentran la Torre Chíchar, la ermita de la Virgen de los Allozos y el Estrecho de la Agualeja, un cañón con formaciones calizas y pequeños nacimientos de agua.
Alhama de Murcia
Alhama de Murcia recibe a los visitantes con su imponente Castillo islámico de los siglos XI y XII. Los habitantes, orgullosos de su entorno natural, guían a los viajeros hacia Sierra Espuña y los Barrancos de Gebas, ya sea en coche o a pie por senderos señalizados. Antes de explorar más allá, se recomienda un paseo por el centro histórico, visitando la Plaza Vieja, la Iglesia de San Lázaro y el Museo Arqueológico de Los Baños. Además, se sugiere probar las tapas locales y regresar para disfrutar de las festividades como Los Mayos, la Feria de Octubre y Semana Santa.
Librilla
Librilla, situada bajo la Sierra de Carrascoy en el Valle del Guadalentín y atravesada por el río Orón, es un municipio estratégico de poco más de 5.000 habitantes, a 30 km de Murcia. Históricamente importante por su fortaleza, fue desarrollada por la familia Fajardo. Librilla alberga restos de asentamientos íberos, argáricos, árabes y romanos, y cuenta con la Iglesia de San Bartolomé del siglo XVII y otros edificios históricos. Sus fiestas patronales en honor a San Bartolomé Apóstol, del 20 al 24 de agosto, incluyen la tradicional “Las Pitanzas”, donde se lanzan panecillos desde el ayuntamiento.
Mula
Mula es una ciudad con un impresionante Castillo y un casco antiguo declarado Conjunto Histórico Artístico Nacional. Destacan sus casas solariegas, como el museo “Casa Pintada” y el palacio del Marqués de Menahermosa, ahora Museo de Arte Ibérico “El Cigarralejo”. La plaza del Ayuntamiento es el centro de la celebración de La Noche de los Tambores cada Martes Santo. El Convento de San Francisco alberga exposiciones permanentes. La ciudad cuenta con varias iglesias importantes y en sus alrededores se encuentran el Santuario del Niño de Mula, el Embalse de la Cierva, y la Villa Romana “Los Villaricos”.
Pliego
Pliego conserva su trazado urbano medieval, originado en el Caserío Mudéjar, con calles empinadas que llevan a los restos del Poblado de la Mota y al Castillo de Pliego. La localidad cuenta con rincones históricos como La Fuente de Los Caños, el museo de La Almazara y la Torre del Reloj, formando “La Calle Del Agua”. Destacan la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol y la Ermita de la Virgen de los Remedios. En la Calle Mayor se encuentran la Casa de la Tercia y el Ayuntamiento. Cerca de Pliego, el yacimiento de La Almoloya y la Sima de la Higuera son sitios de interés arqueológico.
Totana
Totana es una ciudad con un rico patrimonio cultural, destacando sus casas antiguas de colores mediterráneos y las típicas rejas de “buche de paloma”. Conocida como “la ciudad alfarera”, las manos de los alfareros eran y son capaces de transformar una modesta pella de barro en piezas de gran belleza que eran cocidas en los hornos morunos. El Santuario de Santa Eulalia de Mérida, situado a 7 km del centro, es un ejemplo del arte levantino. Totana también alberga un gran legado prehistórico de la localidad que se refleja en la cultura argárica con su máximo exponente en el yacimiento de La Bastida, reflejando su importancia histórica en el Valle del Guadalentín.
