De la forma más surrealista posible. Cuando parecía perdido. España pasó de la muerte a la vida en cuatro décimas de segundo, tras una secuencia que solo un deporte como el baloncesto puede dar. La Familia sigue viva en la lucha por el EuroBasket (72-76) tras una victoria de película contra Eslovaquia. Que tuvo un triple imposible, de Santi Yusta, dos prórrogas llenas de fallos, y Miquel Salvó ejerciendo de héroe en Bratislava.

Tuvo de todo. Eslovaquia fue a más y tenía bola con cuatro décimas para ganar. Perdió en un saque, España la robó de milagro y Yusta (21 puntos al final del partido) anotó un triple mientras se caía. Provocó una segunda prórroga y aunque siguió el sufrimiento, Salvó conectó un triple y tiros libres para relanzar las opciones de estar en el EuroBasket. Llegará si tumban a los eslovacos en Ourense.
La diferencia entre España y Eslovaquia es notable. La importancia del partido (de los dos) se debe a las urgencias en la clasificación, además de la posible presión y autoexigencia que ello supone. Con eso claro, la selección buscó solidez en Bratislava desde el inicio. Aunque posteriormente no se encontraría. Fran Guerra empezó fuerte, con nueve puntos, pero Eslovaquia mantuvo el paso gracias a los triples de Malovec e Ihring (10-14, 10′).
España acelera
Los de España lo llegaron hasta uno de Salvó en el segundo cuarto. El alero también añadió otro más, uniéndose una bomba de Yusta y la gran combinación entre los jóvenes Saint-Supery y Almansa para un 2+1 que relanzó a la selección (21-26, 15′). El estreno del mejor júnior del mundo fue inmejorable, pues añadió presencia en la pintura para aliviar minutos de ataques complicados y no demasiado brillo.

Desencadenó a España. Fran Guerra conectó con Arostegui y tras una gran respuesta de Mario Ihring, la selección aceleró desde fuera además de limitar a Eslovaquia. Santi Yusta, acertado, tomó el mando con dos triples consecutivos sin respuesta que disparaban a la campeona de Europa al descanso (25-38). Sería un espejismo.
Porque no fue nada fácil. Todo lo contrario. España salió algo dormida al segundo tiempo, y Eslovaquia se metió con un 7-0 en el partido a partir del acierto de Krajcovic. Obligó a la selección a un despertar rápido, cosa que llegó con Arostegui -triple milagro- y la intensidad de Guerra bajo tableros (33-43, 24′).
No dio todo el control a la selección. Aunque España encontró a Sima como solución, Eslovaquia siguió creyendo. Entre los triples de Krajcovic y un acelerón de Vladimir Brodziansky que metió al partido en líos. El del UCAM apretó bajo el aro y sumó un triple sobre la bocina para lo que parecía decidido tornase a ser un apuro real (46-48, 30′).
Surrealista final
Pero Eslovaquia estaba en el partido. Tanto que un triple frontal de Brodziansky colocó a los locales al mando por primera vez en el partido y algo más de tres minutos. España corrigió, Pradilla dio equilibrio interior y devolvió una ventaja mínima para los dos minutos finales (58-59, 38′). No evitó, eso sí, una locura total.
Eslovaquia siguió incidiendo desde fuera, pero ni Krajcovic ni Ihring acertaron. Tampoco España y sumó una falta a Brodziansky cuando faltaban menos de seis segundos. El del UCAM metió el primero, empató y se dejó el segundo. La selección intentó una última jugada a la desesperada, pero Yusta no anotó y Pradilla, en posible falta, tampoco. Había prórroga.

Que tampoco fue un adalid al baloncesto. Era de trabajo. Lo aportó Yusta en la personal, pero Eslovaquia siguió creyendo con otro zarpazo de Krajcovic (63-61, 43′). Dejó a la selección tocada, con menos de un minuto y dos abajo tras solo anotar dos puntos en cuatro minutos del tiempo extra.
Fue a más. Alocén perdió una bola y Alberto Díaz se dejó otro triple, caos que dio alas a Eslovaquia. Porque Brodziansky metió otro tiro libre y colocó a Eslovaquia con tres de renta, y la selección no encontró soluciones. Yusta falló en un pase, y Bratislava estalló cuando Krajcovic acudió a la personal sin apenas tiempo.
No mató definitivamente a la selección. Es cosa del baloncesto, las locuras ocurren. Y cuando Eslovaquia sacaba de fondo tras un triple fallado por Guerra, la tormenta perfecta se desató. Los locales sacaron mal, Guerra volvió a tocar y Yusta, con cuatro décimas en el reloj, metió un triple cayéndose. Sin tiempo… pero valió. A una segunda prórroga.

La segunda prórroga
El partido ya era surrealista. Pero faltaba ganar. Y España abrió la segunda prórroga con España achicando agua tras una buena propuesta de Krajcovic y Fusek (72-71, 48′). Salvó aportó tranquilidad desde el triple y liberó de tensión a la selección tras una serie de fallos exteriores.
Y de esa ventaja ya no se bajó España. No sin dosis de surrealismo. Porque pudo matar el partido con Paulí desde la línea de personal, pero falló los dos. Salvó, que ya había sido el héroe con el triple anterior, capturó el rebote ofensivo y metió los dos desde la personal. Eslovaquia ya no tuvo respuesta y España obró el milagro de forma irreal (72-76).