El verdadero tiro en el pie reside en no interesarse en averiguar quién está detrás del llamado Conejo Malo ( «Cristo o diablo. Para entrevistar, da lo mismo», decía el legendario periodista Norman Mailer). Cristo o Diablo, pues.m Hoy, guste o no, el reguetón domina las listas de popularidad, de ventas, las fiestas, los premios, el pop, el rock, la erotización, a tu novia, a tu novio y los pies de todo el mundo. Y, aunque hay varios personajes clave para entender un fenómeno que hace mucho que representa la realidad de la industria musical, él es, sin duda, el mejor ejemplo para entender la realidad del género.

Para esta entrevista, Bad Bunny es el mejor protagonista.
AU: El mundo está reflexionando sobre la masculinidad actual y, para bien o para mal, te has convertido en sujeto de esa discusión. Para ti, ¿qué es lo que un hombre debe ser hoy en día para ser considerado un hombre? Bad Bunny: No hay reglas para la masculinidad. No hay reglas para ser hombre. No las hay. No hay una que te diga: «Tienes que ser así y sólo así para ser hombre». Uno elige cómo ser y cómo actuar, qué decisiones tomar, cómo vestirse… La suma de todo eso es lo que le da personalidad e identidad a la gente. No los géneros.

AU: El machismo ha sido la Moda fundamental del ADN de Latinoamérica. ¿Es algo tangible y presente o tú no lo percibes así?
B.B.: Claro, y también están presentes las barreras que el machismo marca y ahí seguirán por un buen tiempo porque los cambios no surgen de un día para otro. Pero creo que es cosa de cada ser humano educarse para el futuro y tratar de marcar la diferencia. No creo que lo ideal sea provocar conflictos sino, repito, educar. Ahí está la diferencia y la clave para tirar esos muros y los géneros.
AU: Tu visión de la sexualidad, hablando desde la perspectiva de tus letras, polariza. ¿De dónde viene esta visión sexual del mundo?
B.B.: De mi cultura… Yo pienso que es así. Creo que en Puerto Rico se habla más de sexo que de política. No crecí en un lugar donde el sexo sea un escándalo o que divida. No todo es tan abierto, eso sí. Hay comportamientos que todavía en 2020 se encuentran con restricciones, pero creo que nací en tierra de sexo [risas] . Estoy bromeando un poco, pero algo de eso hay, sí.