El 31 de octubre de 2024, Corea del Norte llevó a cabo un lanzamiento significativo de un misil balístico, que ha sido descrito como el que ha alcanzado el tiempo de vuelo más largo registrado hasta la fecha para este tipo de armamento del país. Este misil, lanzado desde Pyongyang hacia el mar del Este (mar de Japón), estuvo en vuelo durante 1 hora y 13 minutos y alcanzó una altitud de más de 6,000 kilómetros, lo que indica su capacidad potencial para alcanzar objetivos en el territorio de Estados Unidos. Este lanzamiento ocurre en un contexto de creciente tensión internacional, especialmente después de que Estados Unidos y Corea del Sur exigieran a Corea del Norte que retire sus tropas de Rusia, donde se estima que unos 10,000 soldados norcoreanos están desplegados para apoyar las operaciones en Ucrania.
Las autoridades surcoreanas han expresado su preocupación, describiendo el lanzamiento como una «grave amenaza para la paz» en la región, mientras que el primer ministro japonés, Fumio Kishida, también condenó el acto como una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Además, el ministro de Defensa de Japón sugirió que este lanzamiento podría no corresponder a un misil convencional, insinuando la posibilidad de que Corea del Norte esté desarrollando tecnologías más avanzadas en su arsenal militar. Este evento es parte de una serie de pruebas que Corea del Norte ha realizado en los últimos años, enfocándose en misiles intercontinentales (ICBM) que utilizan combustible sólido, lo que les proporciona una ventaja táctica al reducir el tiempo de preparación y permitiendo lanzamientos más sorpresivos. La situación sigue siendo volátil, y tanto Corea del Sur como Japón están elevando sus niveles de alerta ante cualquier posible provocación futura por parte de Pyongyang.
