La pareja decidió no unirse a las celebraciones en Sandringham junto al rey Carlos III y otros miembros de la realeza británica, optando por una Navidad más íntima en su hogar de Montecito, California. Según fuentes cercanas, Harry y Meghan compartieron estas festividades con sus hijos, Archie y Lilibet, y la madre de Meghan, Doria Ragland. La familia disfrutó de actividades como decorar el árbol de Navidad, cocinar juntos e intercambiar regalos, manteniendo algunas tradiciones reales como abrir los presentes en Nochebuena.
Aunque meses atrás se especuló sobre un posible acercamiento tras una llamada de felicitación entre Harry y su padre, las tensiones familiares, especialmente con los príncipes de Gales, parecen haber influido en la ausencia de una invitación oficial para los Sussex. Este distanciamiento se produce en medio de la publicación de un nuevo libro relacionado con Harry y Meghan, que reaviva algunas polémicas pasadas dentro de la realeza
*Texto de producción propia
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*Imágenes: Getty /// Imagen destacada: Chris Jackson-Getty
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