Berlín, interpretado por Pedro Alonso, es uno de los personajes más carismáticos y controvertidos de La Casa de Papel. Su autoridad y elegancia lo convierten en un líder magnético, pero sus acciones moralmente cuestionables, como su trato hacia los rehenes, generan divisiones entre los espectadores.
Su lucha contra una enfermedad terminal añade una dimensión trágica, mostrando que su arrogancia y desprecio esconden vulnerabilidad. Aunque a menudo actúa como un villano, su sacrificio final por el equipo lo redime, consolidándolo como un antihéroe inolvidable.
