El Festival de Eurovisión 2020 estaba programado para celebrarse en Róterdam, Países Bajos, los días 12, 14 y 16 de mayo, como resultado de la victoria de Duncan Laurence en 2019 con la balada «Arcade«. La ciudad anfitriona y el recinto Ahoy Arena se prepararon intensamente para recibir a 41 países participantes bajo el lema «Open Up», que simbolizaba la apertura hacia nuevas perspectivas y culturas. Esta edición prometía ser innovadora, con un amplio despliegue técnico y un elenco de artistas talentosos de toda Europa y otros países invitados.
Sin embargo, debido al estallido de la pandemia de COVID-19, el certamen fue cancelado oficialmente el 18 de marzo de 2020. Esta decisión fue histórica, ya que marcó la primera vez en los 64 años de historia del festival que el evento no se llevó a cabo. La Unión Europea de Radiodifusión (EBU) argumentó que las restricciones de viajes internacionales, los riesgos sanitarios y la imposibilidad de garantizar la seguridad de todos los implicados hicieron imposible organizar el evento. Pese a que se exploraron alternativas, como celebrarlo sin público o en formato digital, ninguna fue viable a corto plazo.
En lugar de la competición, la EBU organizó un programa especial titulado «Eurovision: Europe Shine a Light», emitido el 16 de mayo de 2020. Este evento conmemorativo no competitivo reunió a los artistas seleccionados y rindió homenaje a las canciones que habrían competido. También incluyó momentos emotivos como una interpretación conjunta de «Love Shine a Light» de Katrina and the Waves, canción ganadora de 1997. El programa sirvió como un puente de conexión entre los fans y los artistas en un año marcado por el aislamiento global.
España había elegido mediante selección interna a Blas Cantó como su representante con la canción «Universo«, un tema pop con un mensaje introspectivo y un estilo moderno. Aunque Blas no pudo participar en la competición, la radiotelevisión española (RTVE) confirmó que él representaría al país en 2021. El artista expresó su tristeza por la cancelación, pero respaldó la decisión como una medida necesaria para proteger la salud pública. Su confirmación para la siguiente edición dio esperanza a sus seguidores y reforzó el compromiso de España con el certamen.
Eurovisión 2020 será recordado como un símbolo de unidad frente a la adversidad, con un espíritu de resiliencia que mantuvo viva la esencia del festival, aunque la competición no pudo celebrarse. El impacto de esta cancelación resaltó la importancia del certamen como un espacio para la conexión cultural y la celebración musical global.
