La era digital ha revolucionado la manera en que interactuamos, sustituyendo muchas conversaciones cara a cara por mensajes de texto, videollamadas y redes sociales. Esto ha simplificado el acceso a la comunicación, permitiendo que estemos conectados a cualquier hora y desde cualquier lugar. Sin embargo, con tanta accesibilidad, a veces se pierde la esencia de las interacciones humanas, como el contacto visual o las señales no verbales.
La comunicación digital también ha generado nuevos códigos y formas de expresarnos, como los emojis o los stickers, que complementan nuestras palabras. Pero este cambio trae consigo desafíos, como malentendidos causados por la falta de contexto o el tono en los mensajes. Además, la inmediatez puede generar presión para responder rápidamente, lo que afecta nuestra salud mental.
Reflexionar sobre este tema nos lleva a preguntarnos: ¿realmente estamos más conectados o más distantes? Al aprovechar lo mejor de la tecnología y mantener un equilibrio con las interacciones presenciales, podemos crear relaciones más significativas y auténticas.




Estudiante de Publicidad con una gran pasión por los deportes y los animales.