Impacto del transporte en el cambio climático y la necesidad de vehículos eléctricos sostenibles

El transporte es uno de los sectores que más contribuyen al cambio climático. Esta actividad, basada mayoritariamente en el petróleo, consume una tercera parte de toda la energía final en los países comunitarios, según datos aportados por la Unión Europea. Pero mientras que otros sectores económicos clave, como la producción de energía o la industria, han reducido sus emisiones desde 1990, las del transporte han aumentado. Actualmente, éstas representan más de una cuarta parte de las emisiones totales de gases de efecto invernadero de la UE.

Unas cifras que coinciden con la realidad española. Según indica el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, el transporte representa un 27,7% del total de emisiones CO2 del país. Solo las del transporte por carretera suponen el 25,6% del total, de las que los turismos son responsables del 60%, seguidos de las furgonetas, con aproximadamente un 30%.

Por este motivo, la electrificación del parque automovilístico se ha convertido en un objetivo prioritario a nivel nacional y europeo. Los coches eléctricos no generan emisiones, lo que disminuye la contaminación del aire, al mismo tiempo que benefician al medio ambiente y a la salud de las personas, ya que ayudarían a evitar decenas de miles de muertes prevenibles todos los años. Además, la mayor parte de sus componentes son reciclables, incluidas las baterías, que están fabricadas con iones de litio, por lo que su impacto ambiental es muy bajo en todos los sentidos.

Por lo tanto, la descarbonización del parque automovilístico implica una transición energética que cambie la manera de producir electricidad, y apueste exclusivamente por formas renovables. La generación de electricidad, ahora basada sobre todo en combustibles fósiles, es otro de los sectores que más dióxido de carbono genera, a pesar de que las emisiones se han conseguido reducir en los últimos años en países como España. «Aquí se está apostando fuerte por el desarrollo de energías renovables, y además tenemos muchos recursos para cimentar el sector eléctrico sobre estas tecnologías, a través de sol o recursos eólicos.

En esta misma línea, el experto en movilidad sostenible Roberto Álvarez Fernández subraya que el vehículo eléctrico solo será rentable ecológicamente para el planeta «cuando se utilice energía verde para recargarlo», ya que «si la energía no es verde, y depende de combustible fósil, mejorará la cosa, pero no mucho». «Por ejemplo, no tiene sentido llenar de vehículos eléctricos a Polonia, porque su energía eléctrica proviene de centrales de carbón, y aunque los vehículos no tengan tubos de escape, al final los estás trasladando a la central«, opina.

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