Puede parecer contraintuitivo, pero los elefantes salvajes suelen caminar cada día más de 50 kilómetros. Lo hacen en manada y básicamente por tres razones: encontrar comida, encontrar agua y evitar a sus depredadores.
Esta semana, un nuevo estudio publicado en la revista Journal of Animal Ecology ha revelado que los elefantes africanos poseen además una extraordinaria capacidad para optimizar su consumo de energía al desplazarse.
Los hallazgos podrían proporcionar información clave para la conservación de estos animales y sus hábitats

A partir del análisis de datos de más de 150 individuos, los investigadores han demostrado que estos gigantes cuentan con un GPS interno que les ayuda a planificar sus movimientos en función de los costos energéticos y la disponibilidad de recursos. Los hallazgos podrían proporcionar información clave para la conservación de estos animales y sus hábitats.
Como herbívoros de varias toneladas, los elefantes deben consumir grandes cantidades de vegetación (con un bajo contenido calórico) cada día. Sin embargo, su enorme tamaño implica que moverse en busca de alimento requiera un esfuerzo físico considerable. Por esto mismo, cada paso cuenta.
Patrones de movimiento de los elefantes
Los investigadores (de la Universidad de Oxford, el Centro Alemán para la Investigación Integrativa de la Biodiversidad (iDiv) y la Universidad Friedrich-Schiller de Jena) utilizaron datos de rastreo GPS de 157 elefantes africanos recogidos entre 1998 y 2020 en el norte de Kenia.
Esta información fue recopilada por la organización Save the Elephants, ya que para ellos, comprender los patrones de movimiento de los elefantes resulta crucial a la hora de diseñar estrategias de conservación eficaces, especialmente en un contexto de fragmentación del hábitat y aumento de las actividades humanas. Hasta ahora, los factores clave que determinaban estos desplazamientos no estaban del todo claros.
El 94 % de los paquidermos evitó terrenos accidentados, lo que sugiere una selección consciente de rutas eficientes
Los resultados mostraron que los elefantes eligen sus caminos pensando en diferentes cosas. El 94 % de los elefantes que se estudiaron evitó los terrenos difíciles y escarpados, lo que indica que prefieren rutas que les hagan gastar menos energía. Casi el mismo porcentaje, un 93 %, eligió pasar por áreas con más plantas y recursos.
Hubo más diferencias en cómo los elefantes usan las fuentes de agua. Algunos se quedan cerca de ellas, mientras que otros caminan distancias largas. También, la velocidad con la que se mueven afecta sus decisiones. Un 74 % de los elefantes evitó terrenos difíciles cuando se movían despacio, y este porcentaje aumentó al 87 % cuando iban a una velocidad media y al 93 % cuando iban rápido.
Los investigadores dicen que este comportamiento es parecido al de las aves, que utilizan corrientes de aire para volar con menos esfuerzo. «Aún se necesita investigar más para entender cómo un elefante usa su entorno, pero este estudio señala que un factor importante en sus decisiones es ahorrar energía siempre que pueden», dice el profesor Fritz Vollrath de la Universidad de Oxford, uno de los autores del estudio.
Paisajes energéticos
Para analizar los datos, los investigadores emplearon un modelo informático (ENERSCAPE) capaz de estimar el costo energético del movimiento según la masa corporal del elefante y la pendiente del terreno. Integrando estos datos con imágenes satelitales de vegetación y disponibilidad de agua, lograron crear un «paisaje energético», algo así como un mapa de calor que explica las decisiones de movimiento de los elefantes.
Después compararon las ubicaciones visitadas por los elefantes con otras áreas cercanas que podrían haber elegido pero no lo hicieron. Esto les permitió identificar los factores ambientales que influyen en sus desplazamientos y selección de hábitat.