
La eutrofización es un proceso que puede ocurrir de forma natural en lagunas o cuerpos de agua que apenas tienen renovación y que reciben muchos nutrientes. Es algo que sucede, por ejemplo, en lagunas cerradas que, con el tiempo, acaban convirtiéndose en pantanos.
Sin embargo, en el caso del Mar Menor, la eutrofización no es natural, sino causada principalmente por la actividad humana. Durante los últimos siglos, el ser humano ha alterado los ciclos naturales de nutrientes como el nitrógeno y el fósforo, utilizando grandes cantidades de fertilizantes y generando vertidos de aguas residuales sin un control adecuado.
¿Qué consecuencias tiene?
La eutrofización provoca una larga lista de problemas para el Mar Menor, que afectan tanto al medio ambiente como a la economía y a la calidad de vida de las personas. Entre las consecuencias más importantes destacan:
📢 Desaparición de especies autóctonas: Algunas especies que vivían en el Mar Menor han desaparecido o están en grave peligro debido a los cambios en el agua.
📢 Menos pesca y marisco: La falta de oxígeno y la mala calidad del agua reducen la productividad de peces y moluscos, afectando directamente a la pesca.
📢 Deterioro de los arrecifes y de la calidad del agua: El agua se vuelve más turbia, menos oxigenada y mucho menos atractiva.
📢 Aumento de mortandad: Los episodios de anoxia (falta total de oxígeno) matan a peces, moluscos y otros seres vivos.
📢 Pérdida de valor turístico y recreativo: Un Mar Menor sucio y lleno de lodo o algas verdes pierde gran parte de su atractivo para el turismo.
📢 Impacto económico: Todo esto afecta a las familias que viven del turismo, la pesca o la hostelería, generando pérdidas económicas y reduciendo el empleo local.
¿Cómo repercuten las lluvias torrenciales?

Las lluvias torrenciales, como las que hubo en marzo (el mes más lluvioso en Murcia en más de 60 años), agravan el problema del Mar Menor, pero no son la causa principal de su deterioro.
El verdadero problema es que el Mar Menor ya está lleno de nutrientes por culpa de los fertilizantes y los vertidos de las últimas décadas. Cuando llueve con mucha intensidad, el agua arrastra esos nutrientes desde los campos hacia la laguna, como si fuera una escoba gigante. Además, al entrar tanta agua dulce de golpe, se crean capas dentro del Mar Menor: el agua dulce queda arriba y el agua salada más pesada queda abajo. Esta separación impide que el oxígeno circule bien y en el fondo se forma una bolsa sin oxígeno (anoxia), donde casi ningún ser vivo puede sobrevivir.
Eutrofización y anoxia
Debido a los altos niveles de nitratos que lleva recibiendo el Mar Menor durante años, la laguna ha sufrido un proceso de eutrofización. Esto significa que, por culpa de los fertilizantes agrícolas, crecen demasiadas algas, formando una capa verde espesa en la superficie.
Esta capa bloquea la luz del sol, impidiendo que las plantas que viven en el fondo puedan hacer fotosíntesis. Sin fotosíntesis, no se produce oxígeno y, además, las algas que mueren se descomponen, consumiendo el poco oxígeno que queda.
Este proceso provocó uno de los episodios más graves de la historia del Mar Menor: la anoxia de 2019, cuando el agua se quedó sin oxígeno y murieron el 85% de las especies de la laguna. Entre ellas había especies protegidas, y muchas otras quedaron en peligro de extinción.
Este episodio de anoxia te lo contamos en 💡La anoxia: el golpe final para el Mar Menor
Frente a esta crisis, se están planteando soluciones y proyectos de recuperación. Te lo contamos en 💡Soluciones y propuestas de recuperación