En un mundo donde la moda parece cambiar al ritmo vertiginoso de un scroll, este video nos invita a detenernos y observar con lupa cómo se construyen —y deconstruyen— las tendencias que hoy dominan pasarelas, redes sociales y escaparates. No se trata solo de lo que está “de moda”, sino del tejido invisible que conecta una manga abullonada con la historia, una falda de tul con TikTok, o un sujetador con la economía global.
A través de un recorrido visual y conceptual, el video desentraña cómo las siluetas clásicas del pasado resurgen como respuesta emocional a un presente incierto. ¿Por qué vuelve la estética glamurosa de los años 80? ¿Qué nos dice el boom de la lencería visible o del "balletcore" sobre nuestros deseos de identidad, refugio o poder? Todo está interconectado: la nostalgia, la hiperproductividad digital, las crisis económicas, el cuestionamiento ético.
Pero más allá de mostrar qué se lleva esta temporada, el video reflexiona sobre por qué nos atraen ciertas imágenes en ciertos momentos. Nos habla del “fashion burnout” —ese agotamiento estético causado por la sobreexposición a nuevas microtendencias— y del papel de los coolhunters, esos rastreadores culturales que detectan señales débiles en la calle o en internet antes de que se conviertan en moda masiva.
También se abre un espacio crítico: el auge del “anti-fashion”, la moda como resistencia, y movimientos como Fashion Revolution que exigen transparencia y desaceleración. En medio de un sistema que impulsa el consumo constante, este tipo de reflexión se vuelve más que pertinente: necesaria.