Desde la lejanía, la toma de posesión de Juan Manuel Corchado como rector de la Universidad de Salamanca a principios de este año probablemente parecía un broche de oro natural y bien merecido a la carrera de este destacado académico. Al fin y al cabo, Corchado, un científico informático muy prolífico, es uno de los investigadores más citados de España, lo que demuestra la alta consideración de que goza su trabajo entre sus compañeros.
El episodio del rector de Salamanca debería provocar un cambio en el sistema
