Un fármaco anticanceroso abre una nueva vía de tratamiento del párkinson
Un equipo de investigación de varios centros catalanes ha descubierto que el fármaco Rucaparib, utilizado en la quimioterapia de tumores de ovario, mama y próstata, podría tener un efecto beneficioso en neuronas derivadas de células madre de pacientes con enfermedad de Parkinson.
El metabolismo de los fármacos y su impacto terapéutico
Cuando un medicamento entra en el organismo, se somete a un proceso de biotransformación mediante el cual se descompone en metabolitos. Estos metabolitos pueden alcanzar altas concentraciones y presentar actividades biológicas distintas al fármaco original. Así, tanto el fármaco como sus metabolitos coexisten y pueden generar efectos diferentes en el organismo.
Este es el caso de Rucaparib, un inhibidor de la enzima PARP1 utilizado para tratar ciertos tipos de cáncer con alteraciones en la reparación del ADN. Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y del Instituto de Química Avanzada de Cataluña (IQAC-CSIC) han demostrado que Rucaparib y su principal metabolito, denominado M324, tienen efectos diferenciados y actúan de manera sinérgica en algunas líneas celulares de cáncer de próstata.
Nuevos hallazgos en la enfermedad de Parkinson
El estudio, publicado en la revista Cell Chemical Biology, revela que M324 tiene un efecto inesperado: reduce la acumulación de la proteína α-sinucleína en neuronas derivadas de pacientes con Parkinson. La α-sinucleína es un componente clave de los cuerpos de Lewy, estructuras anómalas relacionadas con la degeneración neuronal característica de esta enfermedad.
La acumulación de α-sinucleína está vinculada con la muerte de las neuronas dopaminérgicas, las cuales no producen suficiente dopamina, un neurotransmisor esencial para el control del movimiento. Este hallazgo sugiere que el metabolito M324 podría tener un potencial terapéutico para tratar el Parkinson.
Caracterización farmacológica de M324
El equipo de investigación utilizó métodos computacionales y experimentales para analizar a fondo la farmacología de M324. El primer autor del estudio, Huabin Hu, realizó una predicción computacional detallada de la actividad diferencial entre Rucaparib y su metabolito. Posteriormente, Carme Serra, del grupo MCS del IQAC-CSIC, sintetizó el metabolito, permitiendo confirmar experimentalmente sus efectos en ensayos biológicos y celulares.
Los resultados demuestran que Rucaparib y M324 actúan de forma complementaria en células de cáncer de próstata, lo que podría influir en futuros ensayos clínicos para este tipo de cáncer en etapas avanzadas. Además, el efecto de M324 sobre la acumulación de α-sinucleína en neuronas abre nuevas posibilidades para el desarrollo de tratamientos para el Parkinson.
Una nueva perspectiva en farmacología
Este estudio plantea un cambio conceptual en la forma de entender el metabolismo de los fármacos. Tradicionalmente, se ha considerado la biotransformación como un proceso que degrada y elimina el medicamento. Sin embargo, estos hallazgos sugieren que los metabolitos también pueden tener propiedades terapéuticas útiles.
Caracterizar la actividad de los metabolitos es fundamental para comprender de manera integral la respuesta clínica de un fármaco y explorar nuevas oportunidades en el desarrollo de tratamientos más efectivos.
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