Cada 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, una fecha que invita a reflexionar sobre los avances, retos y obstáculos que aún impiden una igualdad plena. Uno de los factores más invisibles, pero profundamente arraigados, es la carga mental: la responsabilidad constante de planificar, anticipar y organizar tareas del hogar y de cuidados.
A pesar de los cambios sociales, las estadísticas siguen reflejando una desigual distribución de estas tareas. Muchas mujeres, incluso cuando trabajan fuera de casa, siguen siendo las principales responsables del funcionamiento cotidiano del hogar, desde recordar citas médicas hasta planear comidas o gestionar los horarios familiares.
Esta carga no es física, sino psicológica, y tiene efectos directos sobre la salud mental, el rendimiento laboral y las oportunidades de desarrollo personal. El reportaje publicado por la Agencia SINC visibiliza estas situaciones y da voz a expertas que proponen soluciones estructurales: desde la corresponsabilidad hasta el reconocimiento institucional del trabajo doméstico y de cuidados.
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