
La fiebre vintage: cómo la moda de archivo está conquistando el presente
Rebuscar en mercadillos de ensueño, perderse entre perchas repletas de historia o incluso rescatar tesoros escondidos en el altillo de casa… Más allá de la sostenibilidad, el espíritu vintage se ha convertido en una auténtica declaración de amor por la moda y su legado. Lo que antes era una afición de unos pocos coleccionistas, hoy es una fiebre global que reescribe las reglas del lujo y el consumo consciente.
Las cifras hablan por sí solas: el mercado de moda de segunda mano de alta calidad sigue en ascenso, con una proyección de crecimiento del 11,5% para 2027, según el informe Luxury’s Great Reset de The Independents. Francia, epicentro del lujo, lidera la tendencia, alcanzando en 2024 una facturación de 6.000 millones de euros en este sector. Pero no es solo cuestión de números, sino de deseo: las prendas de archivo han pasado de ser reliquias a convertirse en piezas de culto, revalorizando el pasado en clave contemporánea.
La fascinación por lo vintage no solo revive la estética de otras épocas, sino que redefine lo que significa estar a la vanguardia. Desde la pasarela hasta el street style, la moda del ayer es la gran protagonista del ahora. Y si algo nos deja claro esta tendencia, es que el futuro de la moda podría estar, literalmente, colgado en el armario de nuestra abuela.

Vestiaire Collective, la plataforma líder en moda de lujo de segunda mano con presencia en más de 70 países, confirma lo que ya sospechábamos: las piezas más codiciadas son aquellas que cuentan una historia única. Colaboraciones inesperadas, ediciones limitadas y diseños de archivo se han convertido en auténticos tesoros para coleccionistas y amantes de la moda.
“Los bolsos Birkin y Kelly de Hermès, por ejemplo, no dejan de revalorizarse, llegando incluso a triplicar su precio con el tiempo”, señala el equipo de Vestiaire Collective. Y no son los únicos objetos de deseo. Entre los artículos más buscados destacan el icónico bolso con solapa de Chanel, las creaciones de Louis Vuitton x Takashi Murakami o piezas de culto como los diseños de John Galliano para Dior, las prendas de la era Stella McCartney en Chloé o las joyas fashionistas que dejó Tom Ford en Gucci. Auténticas inversiones que demuestran que la moda del pasado sigue marcando el presente.
Lo ‘vintage’ es una declaración de intenciones: moda ética, exclusiva e irrepetible
“Ropa vintage y segunda mano no es lo mismo”, afirma Marta Ortiz, modelo y fundadora de la tienda Matiz en Madrid. Y tiene razón. Mientras que la moda de segunda mano abarca prendas de cualquier época, lo vintage tiene un valor añadido: la historia que lleva consigo. “Solo se consideran vintage aquellas piezas con más de veinte años”, explica Ortiz, quien ha convertido su tienda en un auténtico paraíso para los amantes de la moda con historia.
En Matiz, perderse entre perchas es descubrir un archivo de lujo. Desde firmas desaparecidas hasta piezas que podrían estar en un museo, como una chaqueta de Givenchy de los años sesenta, pantalones de cuero de los noventa firmados por Loewe o creaciones de archivo de Yves Saint Laurent. Moda con alma, donde cada prenda es un guiño a una era pasada pero con un magnetismo atemporal.

Pero más allá del valor estético, apostar por lo vintage es una forma de consumo consciente. Elegir moda de archivo no solo significa vestir de manera exclusiva e irrepetible, sino también desafiar las reglas del fast fashion y dar nueva vida a prendas con un legado propio. En un mundo donde la inmediatez prima, el encanto de lo vintage reside en su autenticidad: piezas que han resistido el paso del tiempo y que, lejos de perder su atractivo, hoy brillan con más fuerza que nunca.