Crisis política en Corea del Sur: Yoon Suk Yeol enfrenta posible destitución tras declarar ley marcial

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El presidente surcoreano Yoon Suk Yeol se encuentra en el centro de una tormenta política tras haber decretado este martes una efímera ley marcial, medida que ha sido ampliamente criticada como autoritaria y sin fundamentos claros. La Asamblea Nacional, dominada por la oposición, desmanteló la medida pocas horas después y ha iniciado un proceso para inhabilitar a Yoon, cuya votación podría realizarse este viernes.

Para destituir al presidente es necesaria una mayoría de dos tercios, algo que, según los analistas, parece factible dada la indignación generalizada, incluso dentro de su propio partido conservador. Algunos de sus correligionarios han exigido explicaciones claras o incluso la renuncia del mandatario, calificando su decisión como un regreso anacrónico a la era dictatorial de Corea del Sur.

Crisis institucional y renuncias en masa

La reacción contra Yoon ha sido inmediata y contundente. Altos cargos de su administración, incluido el ministro de Defensa Kim Jong Hyun, habrían presentado su dimisión, mientras que el ejército parece haber desempeñado un papel clave al presionar al presidente para que revirtiera sus planes. Informes señalan que algunos soldados fueron movilizados de manera apresurada, y un grupo de 260 comandos especiales llegó a irrumpir en la Asamblea Nacional, con el objetivo de bloquear una votación que desafiaba la ley marcial. Sin embargo, esta maniobra fracasó, y la Asamblea anuló las medidas de excepción con un respaldo unánime de los legisladores presentes.

Impacto en la sociedad y la política internacional

La declaración de ley marcial no solo ha provocado un terremoto político interno, sino que también ha dañado gravemente la imagen de Corea del Sur en el ámbito internacional. La embajada de Estados Unidos y otros aliados, sorprendidos por la medida, han evitado realizar declaraciones claras, mientras que los ciudadanos surcoreanos han mostrado su rechazo a través de protestas pacíficas, desafiando las bajas temperaturas nocturnas para exigir la renuncia de Yoon.

Este episodio, comparado por algunos con el golpe de estado del 23-F en España, ha sido un recordatorio de la solidez de las instituciones democráticas del país, pero también de su vulnerabilidad ante liderazgos que desafían las normas democráticas. La situación sigue evolucionando, y la votación en la Asamblea será un momento clave para el futuro político de Corea del Sur.

Fuente/s: La Vanguardia, El País

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