Este miércoles, Francia podría adentrarse en un escenario político inédito desde 1962: la posible caída de su Gobierno tras una moción de censura. Mientras el presidente Emmanuel Macron visita Arabia Saudí, la Asamblea Nacional votará esta tarde una propuesta presentada por la izquierda y apoyada por la extrema derecha de Marine Le Pen, un hecho sin precedentes en la política moderna del país.
La moción de censura surge tras la aprobación, vía decreto, del presupuesto más austero en décadas por parte del primer ministro Michel Barnier, usando el artículo 49.3 de la Constitución, que permite evitar el voto parlamentario. Este movimiento generó un amplio rechazo, aglutinando a las fuerzas opositoras.
El bloque de izquierda, con 182 diputados, y el partido de Le Pen, que cuenta con 143 escaños, podrían alcanzar los 289 votos necesarios para destituir al Gobierno si logran el apoyo de algunos diputados independientes o disidentes, especialmente del Partido Socialista, donde hay reticencias a votar junto a la extrema derecha.
Tensiones y discursos cruzados en el debate
La sesión parlamentaria inició a las 17:00 horas, marcada por intensos discursos. Marine Le Pen criticó al primer ministro por su «sectarismo» y su incapacidad para evitar esta crisis. Aunque sus votos se sumarán a los de la izquierda para censurar al Gobierno, aclaró que no ve a sus aliados temporales como socios.
Desde la izquierda, Eric Coquerel aseguró que «el caos no es la censura, el caos ya está aquí». Por su parte, Laurent Wauquiez, de Los Republicanos, acusó a Le Pen de fomentar la inestabilidad y a Barnier de fracasar en su gestión.
La actual fragmentación de la Asamblea Nacional, dividida en tres bloques irreconciliables (izquierda, extrema derecha y centroderecha aliado de Macron), ha sumido al país en un bloqueo político. La situación recuerda al episodio de 1962, cuando Charles de Gaulle enfrentó una moción de censura que culminó con la caída de su gobierno.
Si la moción prospera, Barnier se convertirá en el primer ministro más breve de la historia reciente de Francia, habiendo ocupado el cargo solo tres meses. Macron tendrá que nombrar un nuevo jefe de gobierno, pero dada la actual inestabilidad, pocos estarían dispuestos a aceptar el puesto.
¿Hacia un gobierno tecnocrático?
En caso de no encontrar un primer ministro dispuesto, una opción sería formar un gobierno tecnocrático que gestione el país hasta que se puedan convocar elecciones legislativas, lo cual no será posible antes del verano de 2025, dado el requisito constitucional de un año entre comicios.
Mientras tanto, la tensión política se mantiene alta. Macron, que regresará a Francia este fin de semana para los actos de reapertura de Notre Dame, ha reiterado que no dimitirá y que cumplirá su mandato hasta 2027, aunque el panorama político sea más incierto que nunca.
Fuente: El Mundo
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