El año es 2009. Miley tiene 16 años y ya es la reina Disney con Hannah Montana a cuestas. Liam es un actor australiano random con mandíbula de mármol.
Se conocen en el set de The Last Song, un drama romántico basado en una novela de Nicholas Sparks, porque por supuesto que lo es.
Y lo que empieza como una peli cursi se convierte en una historia real de amor juvenil.
Literalmente: se enamoran grabando. Y la química se ve en pantalla. Es pura mirada de “estoy pilladísima”.
¿El fandom? ENFERMO. Nadie estaba preparado para Miley + un chico serio. Pero el ship Miliam nació. Y se convirtió en una obsesión.
LA ERA CAN’T BE TAMED Y LAS PRIMERAS RUPTURAS (2010–2012)
Empiezan a salir. Son jóvenes, guapos, intensos. Ella empieza a romper con la imagen Disney y lanza Can’t Be Tamed, con lencería, actitud y declaración de “ya no soy tu niña buena”.
Liam, más reservado, empieza a aparecer como su +1 en eventos.
Pero también empiezan los on & off.
- Se dejan.
- Vuelven.
- Se dejan otra vez.
- Se vuelven a besar en aeropuertos.
- Él deja de seguirla.
- Ella le dedica frases raras en entrevistas.
Era una relación intensa, emocional, y con vibes de “esto va a explotar en algún momento”.
SE COMPROMETEN, PERO MILEY SE VA A LA LUNA (2012–2013)
En 2012, con solo 19 años, Miley y Liam se comprometen. Ella con un pedrusco en la mano, él con cara de “yo controlo”.
Y todo el mundo: ¿CÓMO?
Pero justo entonces, empieza la etapa más radical de Miley.
Se rapa un lado de la cabeza.
Lanza Bangerz.
Se sube en una bola de demolición desnuda.
Twerkea con Robin Thicke en los VMAs.
Empieza a hablar abiertamente de drogas, sexo, libertad y caos.
Liam, mientras, se mantiene neutro, callado, incómodo.
Y sí, se rompen. En septiembre de 2013, se confirma el fin del compromiso.
Wrecking Ball ya estaba escrita. Y sí, era para él.
CADA UNO A SU BOLA (2014–2016)
Después de la ruptura, Miley entra en modo anarquía emocional total:
- Sale con chicas, chicos, personas no binarias.
- Se viste como un peluche de rave.
- Colabora con Flaming Lips.
- Dice que el matrimonio es una construcción patriarcal.
Liam, por su parte, se va a Australia, hace surf y películas que nadie ve, y mantiene perfil bajo.
Durante este tiempo NO SE HABLAN. Pero ninguna relación de Miley dura. Y Liam no se vincula con nadie públicamente.
O sea: la puerta seguía abierta. Todos lo sabíamos.
REENCUENTRO, PERRITOS Y CASITA EN MALIBÚ (2016–2018)
Bomba inesperada: Miley y Liam vuelven.
Después de años de distancia, se reconcilian. Ella recupera el anillo de compromiso.
Adoptan perros. Viven en una casa en Malibu.
Miley empieza su era hippie: Malibu, Younger Now, country con peluca rubia. Todo es paz, naturaleza, marihuana orgánica y amor sin drama.
Parecía que, por fin, todo estaba bien.
¡¡LA BODA!! Y… divorcio
El 23 de diciembre de 2018, sin aviso, Miley y Liam se casan en secreto en su casa, en una ceremonia íntima. Solo familia, amigos, pastel y flores.
Fue precioso. Sincero. Real.
Pero en agosto de 2019, menos de 8 meses después… se separan.
Literal. Se quemó la casa (literalmente, por los incendios de California).
Se quemó el amor (emocionalmente).
Y se vino el caos.Ambos han dejado claro que no necesitan una narrativa de cuento de hadas para ser relevantes. Lo suyo fue real, intenso, complicado y profundamente humano.
LA ERA POST-LIAM
Tras el divorcio, Miley entra en su fase más honesta y brutal:
- Lanza Slide Away: una carta abierta de ruptura donde dice «no somos los mismos, déjalo ir».
- Sale con Kaitlynn Carter, luego con Cody Simpson.
- Habla públicamente sobre el trauma de su divorcio.
- Dice que “amó mucho a Liam, pero era una persona diferente entonces”.
- Empieza su era Plastic Hearts, con estética rockera, letras potentes y empoderamiento real.
Y entonces, en 2023, lanza Flowers.
Y TODO EL MUNDO SABE DE QUIÉN ES.
— La sacó en el cumpleaños de Liam.
— La letra es la respuesta directa a When I Was Your Man, canción que él le dedicaba.
— El videoclip está grabado en la misma casa donde él supuestamente le fue infiel.
Una venganza pop, elegante, millonaria y global.
¿QUÉ NOS DEJA ESTE DRAMÓN A NOSOTROS?
Miley y Liam fueron la historia de amor que nunca encontró el momento correcto.
Fueron opuestos, pero profundamente enamorados. Fueron reales, caóticos, pasionales, tóxicos y tiernos a la vez.
Y aunque no acabaron juntos, dejaron una narrativa que sigue alimentando canciones, memes y heridas sin cerrar.
Miley y Liam nos enseñaron que el amor puede ser intenso, pero también finito.
Que puedes reconstruirte. Que puedes pasar de llorar en tu cocina a cantarte flores a ti misma.
Porque como dijo la mismísima Miley: «I can love me better.»
Y vaya si lo hizo.
