
El Real Madrid de Carlo Ancelotti se ha acostumbrado a perder. Después de sumar tan sólo dos derrotas en la temporada 23-24, en esta el contador se dispara ya hasta las once, con más de dos meses de competición aún por delante. Un panorama desolador para un equipo que, en apenas cuatro días, ha encadenado dos sangrantes tropiezos que complican en grado sumo la pelea por la Liga y la Copa de Europa, los dos grandes objetivos de las temporadas blancas.
El dato es especialmente doloroso viniendo de donde viene el Madrid, que sólo perdió dos partido en la temporada anterior, ambos ante el Atlético de Madrid. Uno de ellos apenas tuvo efecto, pues el equipo de Ancelotti ganó la Liga con enorme autoridad; el otro supuso la pérdida de un título, la Copa del Rey, lo que impidió a los blancos hacer pleno, pues se ganaron las cinco otras competiciones en las que participaron
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