La rotación del núcleo de la Tierra ha podido detenerse e incluso cambiar

El núcleo interno de la Tierra está experimentando cambios en su rotación, posiblemente cada 70 años, según sismólogos. Esto afecta sutilmente al campo magnético y la duración del día.

El núcleo interno podría estar al borde de experimentar un cambio significativo. Según un informe de un grupo de sismólogos publicado en Nature Geoscience el lunes, el núcleo interno de la Tierra altera su patrón de rotación en relación con el movimiento superficial del planeta aproximadamente cada pocas décadas, tras pausas breves pero notables. Actualmente, podría estar ocurriendo uno de estos cambios.

Aunque esto podría sonar como el argumento de una película de desastres, no hay motivo de alarma: este ciclo de rotación planetaria no conducirá a un apocalipsis, y es probable que haya estado ocurriendo durante mucho tiempo. Los científicos que proponen este modelo teórico buscan profundizar en nuestra comprensión del núcleo más profundo de la Tierra y su interacción con el resto del planeta.

El núcleo interno se considera como un «planeta dentro de un planeta», por lo que su movimiento es de gran importancia, según Xiaodong Song, sismólogo de la Universidad de Pekín y coautor del estudio.

Desde que la sismóloga danesa Inge Lehmann descubriera en 1936 que la Tierra posee un núcleo externo líquido que envuelve a un núcleo interno de metal sólido, los científicos se han sentido desconcertados.

El núcleo interno no se puede estudiar directamente, pero las ondas sísmicas producidas por terremotos y pruebas nucleares han proporcionado información sobre algunas de sus propiedades. Se estima que esta masa de hierro y níquel tiene unos 2446 kilómetros de largo y es casi tan caliente como la superficie del sol.

Sin embargo, estas ondas han planteado un enigma: si el núcleo interno fuera inerte, las ondas sísmicas que lo atraviesan no cambiarían con el tiempo, pero lo hacen.

Una explicación es que el núcleo interno está en rotación, alterando el trayecto de estas ondas. Desde mediados de la década de 1990, los científicos han sugerido que el núcleo interno podría girar a una velocidad diferente de la de la superficie terrestre, y evidencias recientes apoyan esta idea.

Se cree que este fenómeno se debe a dos fuerzas principales que actúan sobre el núcleo interno: el campo magnético terrestre, generado por corrientes de hierro en el núcleo externo líquido, que lo hace girar, y la fuerza gravitatoria del manto terrestre, que lo frena.

Un estudio reciente realizado por Song y Yi Yang, otro sismólogo de la Universidad de Pekín, sugiere que esta interacción provoca un ciclo de rotación del núcleo interno, que oscila aproximadamente cada 70 años, alternando entre giros hacia el este y hacia el oeste en relación con la superficie terrestre.

Este ciclo podría tener efectos tangibles en algunas partes profundas de la Tierra, pero es probable que solo cause perturbaciones menores en la superficie, como cambios en el campo magnético o en la duración del día.

A pesar de varios modelos propuestos para explicar estos patrones de ondas, la verdadera naturaleza del núcleo interno sigue siendo un misterio y podría permanecer así para siempre debido a su inaccesibilidad. Sin embargo, los científicos mantienen la esperanza de que algún día todas las piezas encajen y podamos comprender este reino abisal en su totalidad.