Doñana en peligro

El Parque Nacional de Doñana, situado entre Cádiz, Sevilla y Huelva en Andalucía, es un espacio natural protegido que incluye tanto el Parque Nacional de Doñana, establecido en 1969, como el Parque Natural, creado en 1989 y ampliado en 1997. Su ubicación geográfica estratégica entre dos continentes y su proximidad al Estrecho de Gibraltar lo convierten en un refugio vital para aves migratorias, tanto europeas como africanas, que lo utilizan para la reproducción, el descanso y la invernada. Esto lo convierte en una de las áreas de conservación más importantes de Europa.

Flamencos en el Parque Natural de Doñana


El Parque Nacional de Doñana, situado entre Cádiz, Sevilla y Huelva en Andalucía, es un espacio natural protegido que incluye tanto el Parque Nacional de Doñana, establecido en 1969, como el Parque Natural, creado en 1989 y ampliado en 1997. Su ubicación geográfica estratégica entre dos continentes y su proximidad al Estrecho de Gibraltar lo convierten en un refugio vital para aves migratorias, tanto europeas como africanas, que lo utilizan para la reproducción, el descanso y la invernada. Esto lo convierte en una de las áreas de conservación más importantes de Europa.

El parque, con una extensión de 541 kilómetros cuadrados, está compuesto por una variedad de hábitats que incluyen lagunas, marismas, lagos, acantilados, bosques y playas, todos ellos esenciales para la diversidad biológica y la conservación de la vida silvestre. Sin embargo, en 1998, el parque sufrió el desastre de Aznalcóllar, cuando una riada de lodos tóxicos afectó gravemente el ecosistema, provocando uno de los mayores desastres ecológicos de España.

A pesar de su importancia ecológica, el Parque Nacional de Doñana enfrenta serios desafíos. Los informes científicos han demostrado un deterioro significativo en los hábitats acuáticos, con más del 59% de las lagunas principales sin inundarse desde 2013. La explotación excesiva de aguas subterráneas, principalmente para la agricultura intensiva, ha contribuido al colapso de este frágil ecosistema. A pesar de los esfuerzos de conservación, la presión continua sobre los recursos hídricos y la falta de regulación adecuada plantean una amenaza constante para la supervivencia a largo plazo del parque y su biodiversidad única.

Doñana es una joya de la corona para la conservación de la biodiversidad mediterránea, pero su futuro está en peligro debido a la sobreexplotación del agua subterránea y otras actividades humanas destructivas. Es esencial que se tomen medidas urgentes para proteger y restaurar este invaluable patrimonio natural antes de que sea demasiado tarde. A través de la colaboración internacional y el compromiso de todas las partes interesadas, podemos garantizar que Doñana continúe siendo un santuario para la vida silvestre y un legado duradero para las generaciones futuras.

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