La interesante misión «DART» de la NASA

Aproximadamente a una distancia de casi 11 millones de kilómetros de la Tierra, una nave espacial, viajando a una velocidad superior a los 22,530 kilómetros por hora, chocó esta madrugada española contra un pequeño asteroide que, durante un tiempo considerable, había estado flotando en el espacio sin ser perturbado.

Mapa del itinerario seguido por el DART


Aproximadamente a una distancia de casi 11 millones de kilómetros de la Tierra, una nave espacial, viajando a una velocidad superior a los 22,530 kilómetros por hora, chocó esta madrugada española contra un pequeño asteroide que, durante un tiempo considerable, había estado flotando en el espacio sin ser perturbado.

El impacto entre la nave espacial Double Asteroid Redirection Test (DART) de la NASA y una roca de 152 metros de ancho conocida como Dimorphos, ocurrió a las 01:14 a.m. (hora peninsular española), marcando la primera vez que los humanos han alterado deliberadamente la trayectoria de un objeto celestial. Esta acción también representa la primera prueba de una audaz estrategia que podría emplearse para desviar cualquier asteroide futuro que se dirija hacia la Tierra.

Aunque los científicos tienen confianza en que un asteroide lo suficientemente grande como para causar la extinción masiva de todo el planeta no representará una amenaza para la Tierra en al menos los próximos 100 años, aún existe la posibilidad de que nos enfrentemos a la sorpresa de un asteroide más pequeño, pero potencialmente destructivo, proveniente del espacio. A lo largo del tiempo, ya sea en cientos, miles o millones de años, es casi inevitable que la vida en la Tierra se enfrente a una amenaza existencial proveniente de un asteroide.

La colisión entre la nave DART y Dimorphos se asemeja a los esfuerzos desesperados de último minuto para evitar la aniquilación cósmica representados en las superproducciones de Hollywood. Sin embargo, a diferencia de las tramas cinematográficas que implican la destrucción de asteroides antes de que choquen con el planeta, el impacto de DART no tuvo la intención de destruir a Dimorphos, sino más bien de proporcionar un empujón lo suficientemente fuerte como para alterar su órbita sin despedazarlo en pedazos.

Para garantizar la eficacia de esta estrategia, se requerirán observaciones detalladas de seguimiento utilizando una variedad de instrumentos impresionantes que ahora están enfocados en el sistema Didymos. Tres minutos después del impacto, un cubesat llamado LICIACube llegó para monitorear los restos. En los próximos días, esta pequeña nave enviará imágenes del lugar del impacto a la Tierra, que los científicos analizarán para comprender mejor la estructura y composición de Dimorphos. Además, telescopios espaciales como el James Webb y el Hubble de la NASA, junto con la nave espacial Lucy, están también observando el sistema Didymos para estudiar los efectos del impacto.

La misión DART, la primera de su tipo en el mundo para probar la tecnología de defensa planetaria contra posibles peligros de asteroides o cometas, se lanzó el 23 de noviembre de 2021. Su objetivo es proporcionar información crucial sobre la viabilidad de desviar asteroides peligrosos en el futuro, lo que podría ser fundamental para proteger la Tierra de futuros impactos cósmicos.

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